HISTORIAS

El hombre que expedía permisos para conducir camellos y dromedarios

El hombre que expedía permisos para conducir camellos y dromedarios
Permiso para conducir camellos y dromedarios. / Imagen cedida
Permiso para conducir camellos y dromedarios. / Imagen cedida

Sixto Tabares fue militar desde la adolescencia, pero también músico y especialmente fotógrafo: "Con los carnets para montar esos animales se sacó un dinero"


En el escaparate de su estudio fotográfico colgó una cartilla rosácea forrada en plástico y con un texto en la parte superior que rezaba: "Tropas Nómadas del Desierto". "Comando nómada". "Permiso para conducir camellos y dromedarios". No hubo quien se resistiera a la propuesta del extremeño Sixto Tabares Expósito, que se sacó "un buen dinero" expidiendo sus licencias para circular en animales, que llegaron a ser muy famosas en Ceuta.

Cuenta su hija, Eva Tabares, que su padre vino al mundo en San Vicente de Alcantara (Badajoz) el 15 de marzo del 1928. Se hizo militar prácticamente tan rápido como le salió el bigote, "entre los 14 y los 16 años, no sabría precisar" y acabó en Ceuta "en el 1970".

Sixto Tabares. / Imagen cedida
Sixto Tabares. / Imagen cedida

Formó parte desde entonces del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3, llevando "la exclusiva de las fotos de la tropa". Por su estudio, "cerca de donde están los Bomberos" desfilaban casi todos los integrantes de la Comandancia General de Ceuta (Comgeceu). "Les hacíamos las fotos de todo. Las de las juras de bandera, las de las maniobras, los retratos y se los mandábamos a su casa en sobres", recuerda la hija del militar retratista.

Ella nació en Cádiz y vino a los siete años a Ceuta donde estuvo hasta los 21, para irse y regresar "tres o cuatro años después".

Tabares padre, un tipo "divertido e inquieto", paseaba a sus once hijos por los cuarteles siguiéndole en su actividad constante: "Tenemos unos recuerdos maravillosos. El era subteniente, maestro de banda y nos llevaba a todos a los ensayos, merendábamos por ahí y jugábamos".

Sixto Tabares junto a otros compañeros de la Comgeceu. / Imagen cedida
Sixto Tabares junto a otros compañeros de la Comgeceu. / Imagen cedida

Hombre "de muchas pasiones", se llevaba a la familia "los domingos a Marruecos". Quizá en uno de esos viajes se le ocurrió la idea de expedir permisos para conducir camellos y dromedarios: "Eso se lo inventó él y además del rosa, había otro más que era de color amarillo que también era de tropas nómadas. Los vestía de moritos con el turbante para la foto y con eso les hacía el carné de camellero", ríe la hija.

Claro, a pesar de su impoluto y pulcro diseño, "no tenían validez", pero eso no evitó que "todos los compraran". "Joder si se sacó dinero con ello", rememora ahora Eva Tabares.

Sixto Tabares. / Imagen cedida
Sixto Tabares. / Imagen cedida

Acabó por ser un hombre muy conocido en Ceuta, en parte por sus colaboraciones como fotógrafo para prensa escrita. Eso sí, llegado un momento, tras su retirada, volvió a la península, donde falleció en el año 2015. Él era el hombre que expedía permisos para conducir camellos y dromedarios.

El hombre que expedía permisos para conducir camellos y dromedarios


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