Si el primer año, en 2022, la medida auspiciada por la Ciudad para celebrar la Pascua del Sacrificio, la de disponer de mataderos móviles para proceder a la matanza de los borregos, fue recibida con cierta destemplanza por los fieles, en este segundo año, la idea parece que va cuajando.

Lo resumía pasado el mediodía la flamante consejera de Sanidad y Servicios Sociales, Nabila Benzina, a pie de matadero, en Loma Colmenar, “tenemos un incremento importante respecto al año pasado a la misma hora”.

La Ciudad autorizó la entrada en Ceuta de hasta 6.000 cabezas de ganado (un millar más que el pasado 2022), pero finalmente se han materializado 4.574 entradas. Esa es la previsión de sacrificios.

Tras la celebración del rezo colectivo, Musala, en Loma Margarita, los fieles musulmanes se han lanzado a cumplir con el ritual del sacrificio para conmemorar el hito histórico que supone la piedra angular en la fundación del Islam y la historia a partir de la que se bifurcan las religiones cristiana, judía e islámica.

La Ciudad Autónoma había dispuesto de 5 mataderos móviles en Pozo Rayo, la Estación del Ferrocarril, Loma Colmenar, Príncipe Alfonso y Miramar. Y en todos ellos las cosas parecían fluir este 2023 sin ningún incidente, ni los nervios propios del cambio que supuso este sistema en 2022.

Con naturalidad los usuarios especificaban al llegar cómo querían recibir troceado y qué partes el animal una vez fuera sacrificado. A diferencia de lo que sucedía el año pasado, los mataderos móviles han permanecido cerrados a cal y canto a la mirada de los curiosos y para preservar más aún la higiene y salubridad del ritual, realizado conforme marcan los cánones de la fe islámica.

Así la jornada ha transcurrido en un ambiente de alegría, paz y familia, en el que los niños han sido protagonistas, jugando con los animales y sin presenciar como sucedía antes el ritual del sacrificio ni la sangre derramada.

El presidente de la Comisión Islámica, Hamido Mohamed, explicaba antes del rezo colectivo que se trata del "día más importante en la vida de un musulmán" y sirve para "demostrar a Dios nuestra sumisión y también que nuestros hijos sepan valorar este gran día del musulmán".

Hamido ha abogado por potenciar la convivencia y que tanto musulmanes como no musulmanes "tenemos que. intentar valorar nuestra convivencia y darle el mayor posible" invitando a todos a disfrutar de la jornada. Hoy es el primer día de la celebración, pero como ha explicado Hamido, la misma va más allá del sacrificio y ha de servir para demostrar que "nuestros hijos sean obedientes, personas educadas, que amen a sus familias y vecinos, que sean cercanos a todo el mundo y que se aparten de todo aquello que redunda en el mal de los musulmanes".

Por su parte el responsable de de la UCIDCE, Larbi Mateis, ha puesto en valor como se ha ido consolidando este rezo colectivo al aire libre que se retomó en 2008 después de que durante casi 600 años, entre 1415 y 2008 las celebraciones religiosas de la comunidad islámica transcurrieran en la ciudad "sin que los musulmanes celebrasen la fiesta del sacrificio o la de Ramadán al aire libre. Esperemos que continuemos así en pro d ela convivencia, la armonía, la paz y el amor, que para eso están las fiestas".