NEGOCIOS

Un negocio familiar en la ciudad en la que se dan al año tantas medallas como en dos Juegos Olímpicos

Un negocio familiar en la ciudad en la que se dan al año tantas medallas como en dos Juegos Olímpicos
José Blanco en el establecimiento de trofeos de su joyería.
José Blanco en el establecimiento de trofeos de su joyería.
Los Blanco alcanzan casi sesenta años en su joyería familiar, en la que la elaboración de preseas, trofeos y placas ocupa gran parte de su tiempo: "No paramos"

Cada cuatro años los Juegos Olímpicos reparten cinco mil medallas, entre las de oro, las de plata y las de bronce. Cuenta José Blanco que ellos hacen en Ceuta 10.000 al año. Llama siempre la atención la enorme cantidad de actos y homenajes en la ciudad que incluyen el reparto de placas, trofeos y otras distinciones. Las cifras, a juzgar por Blanco -que atiende el establecimiento especializado en estos menesteres, que tiene la joyería que lleva su apellido- son espectaculares y el trabajo "a destajo". Sin embargo, detrás de los profesionales que hacen los premios la localidad que más premia, hay una gran historia familiar.

"Mi padre, que ahora tiene 92 años, fundó la empresa familiar hace 57", explica. Empezó "joven, con sus tíos", que se dedicaban a la profesión. Luego montaría su taller y después la empresa, que incluyó la sección de placas, trofeos y medallas hace poco menos de medio siglo.

José Blanco en el establecimiento de trofeos de su joyería.
José Blanco en el establecimiento de trofeos de su joyería.

Tuvo una vista de lince, a juzgar por el gran cantidad que encargos que reciben. Allí se crió José Blanco, desde niño atravesado por los establecimientos familiares. "Hace ya cuatro décadas", rememora mirando atrás en una vida feliz, pues siempre le gustó el oficio.

"A los dieciocho hice mis primeros pinitos. Me acuerdo que las máquinas eran completamente manuales, algo que sería imposible ahora con el ritmo de trabajo", puntualiza el joyero.

Ahora, en el negocio que ya regentan su hermana y el, hay tecnología puntera, con seis máquinas láser y tres pantógrafos computerizados que facilitan el desempeño. "No paramos", confiesa el hombre, que explica que la Federación de Fútbol y los militares son sus principales clientes, a los que también añade al movimiento asociativo.

José Blanco en el establecimiento de trofeos de su joyería.
José Blanco en el establecimiento de trofeos de su joyería.

Cierto es que "desde que cortaron el grifo del comercio con Marruecos, la cosa ha bajado un poco", pero el negocio sigue siendo próspero y mantiene la filosofía de "si algo no sale bien, hay que repetirlo, aunque casi no se note". Blanco estará allí hasta que se jubile, y luego "veremos".

En principio, los hijos no seguirán y otros tendrán que hacer los trofeos, medallas y placas para que Ceuta mantenga su elevado ritmo de eventos y homenajes.

Un negocio familiar en la ciudad en la que se dan al año tantas medallas como en dos Juegos Olímpicos


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