La Universidad de Granada está de celebración. La Facultad de Ciencias de la Salud de nuestro campus universitario ha escenificado este 11 de mayo -con 24 horas de antelación- su adhesión al denominado 'Día Internacional de la Enfermería' por medio de un acto segmentado, a su vez, en varios 'subactos' (si es que ese término existe).
El lugar ha elegido para dar rienda suelta al comedido jolgorio ha sido el salón de actos del propio campus. La conducción de la ceremonia ha recaído sobre la aún rectora de la institución nazarí, Pilar Aranda, quien ha abierto la lata firmando un convenio de colaboración con el Colegio de Enfermería de nuestra ciudad en aras de "fomentar la docencia y la investigación entre estudiantes y colegiados".
Plasmadas las correspondientes firmas, la archiconocida Mati Miaja se ha enfundado el mono de cuentacuentos para narrar a los presentes un breve relato sobre tabaquismo, que se ha desarrollado al completo con la estrecha colaboración de hasta cinco valientes voluntarios.
Antes de dar paso a una sentida entrega de premios en la que han tomado parte grandes y pequeños, los presentes en el lugar se han puesto en pie para escuchar por megafonía el Himno de Ceuta. Algunos, incluso, se han atrevido a entonar a viva voz el Ceuta, mi ciudad querida...
La música daba paso a la 'minigala' de reconocimientos. La primera tanda ha sido para un selecto grupo de enfermeras que se desempeñan para el INGESA, a las que la UGR ha tenido a bien recompensar por su esfuerzo y su sacrificio. Uno de los galardonados ha sido Jacob Hachuel. El que fuera portavoz del Gobierno local entre 2015 y 2019 también ha visto reconocida su labor como enfermero del Hospital Universitario. "Esto no te lo esperabas, ¿eh?", le preguntaba la decana de la Facultad, Milagrosa Olmedo.
Hachuel no quería, pero, al final, ha acabado pasando por el aro: 'Jaco' se ha subido a la tribuna de oradores del salón de actos para dedicar unas breves palabras a los presentes, entre los que ha logrado atisbar "muchas caras conocidas". "Os pido disculpas por haber sido tan duro en algunas ocasiones; teníamos muy poco tiempo y había que aligerar", se sinceraba.
Por fin, llegaba el turno de los infantes. Hasta ocho pupilos se agenciado un merecido premio a la creatividad tras su exitoso paso por la cuarta edición del Concurso de Dibujo que Ciencias de la Salud organiza anualmente. Las creaciones eran de lo más variopintas. Justo ahí, en esa originalidad intrínseca de los más pequeños, era donde radicaba la clave del éxito.