Quien hubiera perdido la fe en que en los Plenos de la Asamblea se hablara de asuntos que afectan a la ciudadanía puede recobrarla. El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía de Ceuta  (MDyC)interpelará al Ejecutivo de la Ciudad en el próximo Pleno de la Asamblea por un asunto que provoca conversaciones aceradas y hasta acaloradas discusiones vecinales: Los excrementos crecientes en las aceras ceutíes depositados por los perros y no recogidos por sus propietarios. Ninguna broma con eso. “¡Los canes no son los animales, son los dueños!”, le gritaba hace poco un vecino en estado cercano a la posesión demoniaca a una pareja que paseaba su perro en las cercanías de su casa, precisamente por este asunto.

“Nos parece una barbaridad que en muchas barriadas la gente tenga que andar sorteando los excrementos de las mascotas que no recogen sus propietarios, así como en parques infantiles donde los pequeños terminan pisando dichas deposiciones. Sin dejar de mencionar los aledaños de los colegios, el recoger a los niños sin pisar excrementos se ha convertido en una odisea. Los progenitores terminan cogiendo en brazos a sus hijos para sortear el ‘campo de minas’ en el que se han convertido nuestras aceras y parques”, expresa el MDyC en el comunicado con el que ha anunciado su acción de control al Ejecutivo para el próximo Pleno.

Quiere la formación que el Ejecutivo “tome cartas en el asunto”. “Es vital”, considera. Y esas cartas pasan por medidas tales como “la identificación por ADN de las mascotas, entre otras, teniendo en cuenta que esta situación insalubre unida a la falta de limpieza que sufrimos últimamente, da una imagen desoladora de la ciudad y produce un hartazgo en la sociedad ceutí”, argumenta la formación de Fatima Hamed.

Quiere el Movimiento que el Ejecutivo cuanto menos se pronuncie sobre el asunto y por eso planteará el problema en el Pleno.

Recuerda la formación además que ya se dieron pasos en el pasado para tratar de atajar el asunto. En 2015 se creó el SIACE, el Sistema de Identificación de Animales de Ceuta. El objetivo era tener un censo aproximado de las mascotas y propietarios. Se han multiplicado hasta por 10 la cuantía de las multas por no recoger del suelo de todos las cagadas particulares de las mascotas. De 150 euros se ha pasado hasta a 1.500 euros de cuantía máxima. Y se llegó a pedir a la Policía Local que extremara la vigilancia sobre estas infracciones de la ordenanza de limpieza. Pero nada de eso ha servido a la vista de las aceras. Ni sanciones en más número, ni menos quejas vecinales por el asunto, ni tampoco una concienciación de los infractores.