DIGITALIZACIÓN

Adrián de Luna acerca a propios y extraños el arte de diseñar videojuegos

Adrián de Luna acerca a propios y extraños el arte de diseñar videojuegos
Adrián de Luna, durante una de las sesiones del curso de desarrollo de videojuegos de Ceuta Open Future
Adrián de Luna, durante una de las sesiones del curso de desarrollo de videojuegos de Ceuta Open Future

El joven ingeniero informático se ha enfundado el mono de instructor para enseñar a una docena de ceutíes a diseñar juegos plenamente funcionales; tanto, que las creaciones resultantes podrían acabar en tu teléfono móvil o en tu consola


Los videojuegos se han convertido -merecidamente- en una de las muchas formas de expresión artística de la cotidianidad. La paciencia y el tesón que requieren su arduo desarrollo no tiene, en absoluto, nada que envidiar al de muchas de las grandes creaciones de la historia. El mero entretenimiento que tenían por objetivo los primeros productos de la lejana década de los 80 ha dado paso, de manera progresiva, a obras de auténtica e innegable maestría, obras que, para mayor regocijo, suelen estar al alcance del bolsillo medio.

Si hablamos, precisamente, del apartado monetario, la cosa tampoco se queda atrás. En el año 2020, a pesar de la palpable situación de emergencia sanitaria, la industria movió del orden de 147.000 millones de euros a escala global, lo que habla, a todas luces, de una 'máquina de hacer dinero'.

Consciente de la creciente preponderancia del sector, la Ciudad ha decidido dejarse llevar. La Administración local anunció a bombo y platillo hace escasas fechas una suerte de 'curso de especialización' de carácter gratuito para formar en materia de diseño de videojuegos a los más apasionados de nuestra urbe.

Un aula de El Ángulo, durante una de las sesiones del curso de desarrollo de videojuegos de Ceuta Open Future
Un aula de El Ángulo, durante una de las sesiones del curso de desarrollo de videojuegos de Ceuta Open Future

El programa, que dio inicio el pasado 17 de abril, lleva la firma de Ceuta Open Future. El agraciado encargado de comandar las diez sesiones previstas es Adrián de Luna, un ingeniero informático de nueva hornada formado en nuestro propio campus universitario.

"Lo bueno del curso -según Adrián- es que no hace falta que los participantes tengan una base de informática". "Yo mismo les voy enseñando a programar poco a poco para que puedan crear sus propios juegos", explicaba.

La dificultad que entrañan los lenguajes de programación hace que su aprendizaje no sea sencillo, mas de Luna considera que su asimilación no dista mucho de aprender un idioma. "Al igual que pasa, por ejemplo, con el inglés, esto es algo que tienes que estudiar diariamente", afirmaba. "Llega un momento en el que te sale solo", añadía.

Software de programación
Software de programación / Alejandro Castillo

La propuesta ha llamado la atención de propios y extraños. En palabras de Adrián, en su aula, se ha llegado a sentar "un hombre de 78 años". "Para mí, supone todo un reto; me hace mucha ilusión poder enseñar a una persona tan mayor", confesaba el joven experto. Este y el resto de asistentes finalizarán la formación con "un título que podría servirles para trabajar en el futuro".

Entre esos mismos asistentes, hay un poco de todo: unos sabían programar con relativa soltura; otros aseguraban no haber utilizado un ordenador más que para hacer alguna que otra tediosa presentación de PowerPoint para el instituto. "Estamos hablando de algo que es muy abstracto", decía de Luna. "No es una 'disciplina' que se consiga dominar de un día para otro", apostillaba.

Uno de los inscritos en el curso de desarrollo de videojuegos de Ceuta Open Future
Uno de los inscritos en el curso de desarrollo de videojuegos de Ceuta Open Future / Alejandro Castillo

A título personal, para Adrián, la experiencia de ponerse frente a un grupo de personas a dar explicaciones está siendo "divertida" y "reconfortante". "A veces, me cuesta un poco, porque no sé qué palabras debo o no debo utilizar para que los alumnos se enteren", revelaba.

Cabe señalar que los videojuegos salidos de la iniciativa no se quedarán en simples demostraciones. Estos tendrán interfaz gráfica, lo que significa que serán totalmente jugables. De hecho, "quienes quieran, podrán publicar sus creaciones en la Google Play Store" para uso y disfrute del usuario final. Casi nada. Las herramientas y motores utilizados son de código abierto, por lo que no hay motivo para preocuparse por posibles reclamaciones de derechos de autor.

Adrián de Luna, junto a uno de sus alumnos del curso de desarrollo de videojuegos de Ceuta Open Future
Adrián de Luna, junto a uno de sus alumnos del curso de desarrollo de videojuegos de Ceuta Open Future

Adrián de Luna acerca a propios y extraños el arte de diseñar videojuegos


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