González Pérez recuerda al PSOE que ellos eligieron invertir en una Biblioteca "y no en colegios"


González Pérez recuerda al PSOE que ellos eligieron invertir en una Biblioteca "y no en colegios"

- El delegado alaba el proyecto, "la biblioteca del futuro", pero advierte de que no era una "infraestructura crítica" y que fueron los socialistas quienes pusieron las prioridades

- La infraestructura comenzó presupuestada en algo más de 6 millones de euros y ha acabado costando once

La visita que este miércoles a primera hora de la mañana ha girado junto a su equipo a la nueva Biblioteca del Estado, a cuyas obras quedan menos que flecos, ha suscitado "cuatro reflexiones" al delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez. La primera, aunque ha recalcado que el proyecto es "excepcional", que Ceuta tiene "unas cuantas necesidades" y que los socialistas eligieron su prioridad, construir una infraestructura de este tipo en lugar de centros educativos. "Creo que no se trataba de una infraestructura crítica", ha destacado el delegado, a quien le parece que la elección resta legitimidad al PSOE para machacar ahora al PP con la falta de nuevos colegios e institutos.

En segundo lugar, González Pérez ha dicho de una obra que empezó presupuestada en algo más de 6 millones y a la que al final han tenido que destinarse once, casi el doble, que su conclusión es "prueba de la excepcional sensibilidad del Gobierno central para con Ceuta", ya que a diferencia de "muchas otras" esta inversión se ha completado.

"La ciudad se va a encontrar un elemento excepcional, un referente por su fondo bibliográfico y por su edificio, que alberga casi un Museo arqueológico en su interior y que se configura como la biblioteca del futuro, como un inmueble que permanecerá de actualidad plena durante 30 años", ha alabado el delegado ante los micrófonos un proyecto desde cuya azotea se ha llevado las manos a la cabeza ante los desmanes urbanísticos que ha apreciado: "Aquí hay lo mismo que en el Príncipe", ha deslizado, "pero no es de mi competencia".

El edificio, según proyecto de los arquitectos Ángela García de Paredes e Ignacio García Pedrosa, tiene una superficie útil de 5.000 metros cuadrados y una particularidad: integra el yacimiento de Huerta Rufino, formado por vestigios de la época meriní. Su ubicación en la planta de acceso a la Biblioteca, la convierte en un centro de interpretación arqueológica.

El trazado de estas viviendas hispanomusulmanas del siglo XIV se inserta en el trazado de la nueva biblioteca del siglo XXI aunándose de esta manera las trazas urbanas de dos épocas.

Hormigón visto blanco

El edificio está diseñado con un hormigón visto blanco y encofrado con tablillas, teniendo estos muros complejidad a la hora de ejecución, ya que hay algunos muros con formas abocinadas totalmente irregulares y todos desiguales, esta fachada se ha terminado con unas lamas de aluminio que solo dejará ver el hormigón de tablillas.

En la zona donde están los restos arqueológicos se ha creado un espacio que en su parte más elevada tiene una altura de 11 metros. Para encofrar ese techo se ha utilizado medios diferentes y especiales a los utilizados normalmente en una obra de edificación, debido al peso del forjado y a la altura.

Si todo marcha conforme a lo previsto, la nueva Biblioteca construida por el Estado, que la cederá a la Ciudad Autónoma, estará abierta al público en otoño.

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