El portavoz del Gobierno, Alejandro Ramírez (PP), analizó este martes la última hora de las complicaciones derivadas del repunte en la entrada de inmigrantes a Ceuta durante enero y febrero. Lo hizo tras la celebración del Consejo de Gobierno, mostrándose sorprendido por los números del Ministerio del Interior, en los que no figura registrada ninguna entrada por mar: "Hemos visto las imágenes, algunas muy duras. No tienen los datos de manera acertada", subrayó, aunque también reconoció que no se producen tantas entradas terrestres y en el informe aparecen más de trescientas. Esto induce a pensar que las llegadas a las playas se puedan haber incluido en ese capítulo.

Además, el también consejero de Fomento reveló que el presidente, Juan Vivas (PP), se encuentra en Madrid en la jornada de este martes para reunirse con el ministro Fernando Grande-Marlaska (PSOE). La idea de este encuentro es trasladarle la problemática que viene denunciando varias semanas la Ciudad y que tiene que ver con los numerosos menores no acompañados que han llegado desde Marruecos a nado, saturando los centros de tutela de la localidad.

Aunque Ramírez emplazó a después de la reunión para dar detalles a mayores, distintos representantes del Gobierno local, incluido el propio Vivas, venían pidiendo que el Estado actúe para repartir a los jóvenes inmigrantes por el resto de comunidades autónomas y es previsible que aproveche la cita para insistir en este sentido.

Con una capacidad para poco más de 130 personas, los centros de tutela de Ceuta albergan en la actualidad a un número que supera ampliamente las doscientas. Vivas escenificaba la pasada semana el temor a que, de continuar la tendencia, en pocas fechas el aforo estuviese triplicado. Sin embargo, tras contactos del Estado con Marruecos, se desplegaron patrulleras para disuadir los intentos, con máxima efectividad.

A pesar de ello, el Ejecutivo local convocó al Pleno de la Asamblea tratando de presentar una imagen de consenso de cara a presionar a la Nación con el asunto de los menores, lo que no dio resultado, al cuestionar incluso los grupos que votaron a favor -véase el PSOE- la decisión de llevar a este órgano una propuesta poco pragmática.