Vivas ha tomado posesión de su cargo como presidente de Ceuta este jueves en un sencillo acto en el Salón del Trono del Palacio Autonómico y tras hacerlo ha lanzado su primer discurso y sus primeros mensajes en esta nueva legislatura que comienza. Una “nueva andadura” que no ha dudado en calificar, como ya hiciera en campaña, de poco menos que “determinante” para “el porvenir de Ceuta durante las próximas décadas”. Y para ello ha fijado como “imprescindible” lograr la “gobernabilidad” de la Ciudad. Un reto complicado habida cuenta de la voluntad de los ceutíes que han decidido no entregar a ningún grupo la mayoría absoluta en la Asamblea.

En esa circunstancias Vivas ha optado por no cerrarse ninguna puerta prometiendo “diálogo” con todo el mundo para lograr esa gobernabilidad, aunque sí ha dado algunas pistas, que vendrían en cierto modo a excluir a VOX de un futuro pacto para lograr esa gobernabilidad, aunque ni tan siquiera eso podría afirmarse de forma tajante.

Vivas se ha fijado objetivos, de forma más abstracta o nuclear si se prefiere, (defensa de la españolidad, fortalecimiento de la convivencia, equiparación de los servicios públicos a las medias nacionales y mejora del modelo económico); y otros más concretos: Reconocimiento de la españolidad en todas las instituciones, mayor presencia de la Administración General del Estado en la ciudad, cambio en el modelo productivo, mejora en la frontera y eficacia y eficiencia en la Administración Local.

“Creo que ante estos objetivos el debate ideológico se diluye en favor del sentido común y la sensatez”, ha afirmado como preámbulo a hablar de la gobernabilidad y de cómo lograrla, si por el camino de mantener el apoyo en el PSOE como hiciera durante buena parte de la legislatura pasada o cambiando de socio y mirando a las dos fuerzas localistas; MDyC y Ceuta Ya! como también está sobre la mesa.

“Para lograr todo esto y para proteger los cimientos del edificio y sentar las bases del futuro de estabilidad, prosperidad y cohesión social y avanzar en la administración que los ceutíes merecen: equilibrada, ordenada, eficiente, eficaz, cercana y transparente, se requiere gobernabilidad y sé que no es fácil dada la composición de la Asamblea, pero es imprescindible”, ha manifestado.

¿Y cómo lograrla? “Diálogo, mucho diálogo. Con todos y en todos los ámbitos, para acercar posturas, para propiciar el acuerdo y enriquecer las posiciones”.

“Respetaré la lealtad y la colaboración institucional, con la Administración General del Estado y con el Gobierno de la Nación y su Delegación en esta ciudad cualquiera que sea el color de ese Gobierno”, ha prometido Vivas.

En esa línea ha prometido a los ceutíes “estar siempre en el lugar de la unidad; en la inclusión frente a la exclusión, en compartir frente a la segregación, en el entendimiento frente a la política de bloques y en la concordia frente a la crispación”.

Esos cimientos del edificio a los que se refería Vivas, los ha concretado en tres aspectos:

“La irrenunciable españolidad.

El respeto, la comprensión y el aprecio por la pluralidad cultural de nuestra población, es decir la convivencia.

La solidaridad como cauce para garantizar la igualdad efectiva y real de los ceutíes con el resto de españoles. Igualdad en el acceso a los servicios públicos fundamentales y también en las posibilidades de desarrollo económico y creación de empleo”.

Y son tres pilares que como el resto de objetivos fijados este jueves por Vivas siguen, a su juicio, arrastrando las secuelas del “episodio vivido en mayo de 2021”. Superado en su crisis inmediata “gracias fundamentalmente a la entereza de nuestro pueblo y a la responsabilidad y la lealtad institucional”, pero que en opinión del presidente “no podemos darlo por zanjado”.

“Ahora toca cumplir con el acuerdo que se diseñó para dar respuesta a aquella situación. Estos retos y amenazas que puso en evidencia el episodio de mayo, pero que siguen estando ahí. No han desaparecido. Y ahora toca darle respuesta a través de la estrategia en su momento diseñada”, ha dicho en una clara alusión al Plan Estratégico.

La falta de mayoría no será excusa para “aparcar decisiones que son imprescindibles y determinantes” para afrontar dichos retos y para garantizar el porvenir de la ciudad en las próximas décadas. Pero sí ha de servir, en su opinión, precisamente “para aparcar las diferencias, para que nos pongamos de acuerdo en lo fundamental”.

Y lo fundamental son esos tres pilares, pero también otros aspectos más concretos que Vivas ha englobado en 5 ejes.

Por un lado “el reconocimiento explícito, rotundo y categórico de nuestra soberanía por parte de los poderes públicos del Estado y los organismos de la Unión Europea al margen de colores políticos y cada vez que la ocasión lo requiera. Y dejar claro que el respeto a nuestra integridad y soberanía debe ser condición irrenunciable para las buenas relaciones de vecindad que todos deseamos”.

Como segundo eje, Vivas ha fijado lograr esa prometida mayor presencia de la Administración General del Estado en la ciudad en prácticamente todas las áreas y servicios citadas de forma expresa: sanidad, educación, justicia, servicios sociales, etc. No porque sí, sino para “garantizar una calidad en los servicios públicos equiparable al resto de España, que genere estabilidad, trasmita confianza y genere actividad”.

En tercer lugar ha hablado del modelo económico, en plena transformación y en el que Vivas quiere que sigan teniendo peso el turismo, el puerto y también la actividad “de base tecnológica, la economía circular, la economía del conocimiento, los servicios y la industria que existe”. En ese sentido, el presidente cree que “los resultados obtenidos son alentadores” en ese camino hacia un nuevo modelo productivo, pero hace falta más. Hace falta poner al día el Régimen Económico y Fiscal, el abaratamiento de las comunicaciones, la ampliación de la oferta de Formación Profesional, el desarrollo de los proyectos considerados estratégicos y la “realización de inversiones que garanticen suministros y servicios básicos” que equiparen Ceuta a la media nacional.

Como cuarto eje, Vivas ha señalado a la frontera. Hace falta convertirla en un paso “seguro y moderno, que funcione conforme a su situación y carácter de frontera exterior de la Unión Europea. En todos los aspectos: en los tráficos de personas y de mercancías, en el régimen de viajeros, en los controles que requiere, en la agilidad de los tránsitos, en los equipamientos materiales, humanos, tecnológicos”. Hace falta mejorar la infraestructura del Tarajal y también “en las inmediaciones de la frontera, para que además de ser lo que es, también lo parezca”, ha manifestado Vivas.

Y por último, Vivas ha fijado también objetivos en lo que a la propia Administración Local “y autonómica” se refiere, deseando y prometiendo una administración “ordenada, equilibrada presupuestariamente, eficaz, eficiente, cercana y transparente” con el objetivo de “mejorar los servicios tiene atribuidos”. Y ahí ha metido también otra obligación-promesa-objetivo que tiene mucho que ver con la pasada campaña electoral: “prestar especial atención a las barriadas”.

Vivas queria que su administración, la que él presidirá, sea durante los próximos 4 años “palanca para el desarrollo económico, que apoye el emprendimiento y apoye a quien tiene la intención de invertir en Ceuta para facilitar el camino, que apoye a las Pymes y los autónomos, que promueva la igualdad de oportunidades y sea sensible a las necesidades de los más vulnerables y que combata sin complejos la pobreza, la exclusión y la violencia de género”.

Y capítulo aparte en ese sentido ha dedicado a la Educación, re comprometiéndose -ya lo había hecho en campaña- a lograr que la educación de 0 a 3 años llegue a todos los ceutíes.

Vivas ha comprometido todas sus fuerzas en esa tarea y ha puesto el “interés general por encima de cualquier otro interés. Lo que le convenga a Ceuta y a España no será sustituido por nada”.