Baleària deja en tierra decenas de personas al adelantar la salida del primer barco sin previo aviso


Baleària deja en tierra decenas de personas al adelantar la salida del primer barco sin previo aviso

- La Oficina de Información de Turismo ha recogido decenas de reclamaciones de usuarios indignados por el comportamiento de la naviera

- El árbitro del encuentro entre el Ceuta y el Gerena llegó a llamar diez minutos antes de que zarpara el barco y le aseguraron que el barco saldría a las 12.30 y no a las 11.30 como sucedió finalmente

- Incluye el vídeo de queja de uno de los pasajeros cortados

“Yo ya llevo 39 años sabiendo como se las gasta las navieras, pero aún así hoy me la han metido doblada”, resumía uno de los usuarios que este lunes por la mañana han sumado al atasco de sus vidas provocado por el temporal de viento y mar la jugarreta de la naviera Baleària.

La compañía se disponía a romper la incomunicación provocada por el viento y el aislamiento de Ceuta con la península vigente desde las 18 horas del domingo. Lo iba a hacer con su buque Pasió Per Formentera, en un primer momento su salida la anunció a las 12.30 horas, en previsión de que Algeciras abriera su dársena a partir de las 13 horas. Así constaba en un vistoso cartel que engalanaba la taquilla de la naviera este lunes desde primera hora y así se anunció por megafonía e incluso desde el Gabinete de Comunicación de la compañía se informó de tal extremo a algunos medios de comunicación, como la Cadena Ser que anunciaban esa salida en su boletín nacional de las diez en punto de la mañana.

Nada de forma oficial, la compañía no ha remitido ni unas sola nota de prensa a los medios de comunicación durante todo el temporal, ni tampoco ha usado su canal en twitter para dar información sobre cancelaciones o salidas.

Como casi siempre, lo más fiable era consultar a las agencias de viaje, estas sí, informadas puntualmente. Así antes de las diez de la mañana Viajes Trujillo confirmó a Ceutaldia.com que la compañía preveía zarpar en su horario habitual las 11.30.

Dado que como es habitual con el mar aún en estado bravo la travesía más el embarque y el atraque parecía lógico pensar que para cuando el ferry llegara a Algeciras el puerto ya estaría abierto.

Pero esa información no se transmitió de forma global ni homogénea y así decenas de usuarios que acudieron a la estación marítima a primera hora, compraron billete para ese barco de las 12.30, aunque en el ticket ponía 11.30 por cuestiones del programa informático, lo que hizo sospechar y repreguntar el horario a muchos, recibiendo siempre la misma respuesta: El barco saldrá a las 12.30.

Así, unos a tomar un café, otros a aprovechar la mañana haciendo recados, se encontraron con la sorpresa cuando fueron llegando a partir de las doce menos veinte a la Estación Marítima: El barco ya estaba listo para zarpar y casi zarpando.

La sorpresa dio paso a la indignación, la indignación a las reclamaciones ante la compañía y ante la Ciudad Autónoma a través de su ventanilla de información turística y después el cabreo, el desahogo ante cuántos micros y cámaras fueron llegando a la Estación Marítima y por último, seguramente ya abordo o casi llegando a Algeciras a la resignación.

El colegiado del encuentro entre la Agrupación Deportiva Ceuta Fútbol y el Gerena, el malagueño Durán García fue uno de los que se quedó cortado. No así el Gerena que sí logró subirse al Pasió. Durán García estaba acompañado, como no, de sus asistentes. El árbitro fue de los que acudió a primera hora a la estación compró el billete y se volvió a esperar. A las 11.19, según la hora de su teléfono móvil llamó a las oficinas de Baleària en el Puerto. A esa hora le dijeron que el barco seguía partiendo a las 12.30 horas. Lógicamente lo perdió. “¡Cómo me pudieron decir eso si cuando llamé la última vez tenían que estar embarcando el pasaje?”, se preguntaba.

En las reclamaciones tal y como aclaraba otra pasajera la mayoría pedían a la compañía no ya la devolución del dinero del billete sino una compensación en forma de daños y perjuicios. Todos habían sido recolocados en el buque rápido de la compañía que zarpó más tarde, pero en la mayoría de los casos, habían o bien perdido el día o sus enlaces con otros medios de transporte o como en el caso del colegiado los 270 euros que tenía previsto cobrar por arbitrar un encuentro en Benavís al que ya no iba a poder llegar.

A lo largo de la tarde y a medida que el viento ha ido amainando las conexiones marítimas han ido recuperando su total normalidad. Aunque muchos no olvidarán ya nunca el día de hoy. “Yo no vuelvo más a Ceuta”, afirmaba, resentido, Durán García. “No hombre no, en verano puedes volver que no hay problema de temporal”, le animaba ese otro que hoy, 39 años de experiencia no son suficientes, también se vio afectado. La fe en el turismo es lo último que se pierde, lo primero, al parecer, el barco.

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