García Arreciado cree que la intercambiabilidad es un "asunto esencial" en la vida de la ciudad y aunque el actual acuerdo no es un compromiso del Gobierno sino un arreglo entre compañías, desde la Delegación se hará todo los posible para "llamar a la razón" a las navieras.
El delegado también indicó que no concibe que la naviera Balearia no se incorpore al acuero de intercambio de billetes, ya que en ese caso "sus clientes tendrían que esperar casi tres horas para coger un barco", una situación que según García Arreciado sólo podrían superarse con unas tarifas que realmente supongan un descenso muy importante con respecto a la competencia.