El visto bueno del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico se hizo esperar, pero la Autoridad Portuaria por fin ha podido sacar a licitación el dragado de la Dársena de Levante, lo que permitirá la mejora del acceso al dique de Poniente y atraer así a los grandes petroleros del Estrecho de Gibraltar para que reposten en las costas ceutíes.

Un contrato valorado en algo más de 400.000 euros cuya materialización se viene demorando alrededor de un lustro. Una vez adjudicado, la empresa prestataria contará con un plazo de ejecución será de 9 meses, por lo que -salvo que suceda algún inconveniente- todo apunta a que la obra se hará efectiva a principios de 2025.

Tal y como describen los pliegos, la actuación está llamada a atraer al Puerto de Ceuta un "tráfico estratégico de buques de mayor porte que los actuales para su repostaje de combustible", lo que permitiría "mejorar la economía local y la del puerto" a través un un nuevo nicho de mercado: los grandes petroleros que cruzan el Estrecho de Gibraltar y que podrían utilizar así la terminal de bunkering levantada por la Autoridad Portuaria en la tercera alineación del Muelle de Poniente.

Con anterioridad a la construcción de esta terminal, los buques repostaban combustible en sus depósitos en el Muelle de Levante, donde al existir un calado menor sólo se podía ofrecer este servicio a los de menor porte, mientras que los de mayor tamaño no podían llenar sus tanques por completo para evitar el contacto del casco del buque con el fondo marino. Su otra opción era repostar mediante gabarra en mar abierto para llenar el tanque por completo.

Las cifras de la ganancia

La importancia de la actuación, que permitirá desalojar más de 9.000 metros cúbicos de materiales -que serán depositados en un vertedero terrestre-, se entiende mejor al poner sobre el papel las medidas del enclave.

El buque petrolero máximo que actualmente accede a la Dársena de Poniente tiene 220 metros de eslora total y 10,20 metros de calado. El estudio realizado por la empresa consultora Siport21, determinó que un petrolero Panamax de 235 metros de eslora; 32,20 metros de manga y 12,50 de calado era el "buque máximo admisible que puede acceder a la terminal de bunkering maniobrando en condiciones de seguridad".

La profundidad mínima que se alcanza en la Dársena de Levante es de 13,20 metros; la de Poniente cuenta con 20 centímetros más. Para permitir el acceso del petrolero con un calado de 12,50 metros en condiciones de seguridad, asevera el proyecto de la obra que es necesario garantizar en el espacio seguro de navegación del buque una profundidad mínima de 14,20 metros en la Dársena de Levante y 13,60 metros en la Dársena de Poniente.