Los inmigrantes, todos ellos sin ninguna documentación, accedieron al barco por una de las amarras y se llevaron más de 40 relojes de la tienda del buque, valorados en unos 5.000 euros.
La Guardia Civil constató el asalto al buque, siendo varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía los que procedieron al arresto de los inmigrantes cuando pretendían darse a la fuga con el botín.