Desastre austriaco. La "armada" más potente de los últimos años en el esquí alpino, se despidió de los Juegos sin subir ni una sola vez a los podios en las cinco pruebas masculinas. Insólito. Sólo salvaron el honor femenino Andrea Fischbacher en el supergigante, Marlies Schmid, plata en el eslalon, y Elizabeth Goergl, doble bronce en el descenso y el gigante.