El diputado trabajador


El diputado trabajador
Los datos objetivos son eso, datos objetivos, pero el valor que tienen esos datos depende de varios factores, entre ellos la relevancia. Desde hace unos años existe la tendencia a intentar valorar el trabajo de los diputados y senadores españoles mediante datos objetivos, de forma que se entra en la página de las respectivas cámaras [...]


Los datos objetivos son eso, datos objetivos, pero el valor que tienen esos datos depende de varios factores, entre ellos la relevancia. Desde hace unos años existe la tendencia a intentar valorar el trabajo de los diputados y senadores españoles mediante datos objetivos, de forma que se entra en la página de las respectivas cámaras y se mira en la ficha del legislador cuántos asuntos ha metido por registro y se hace la clasificación de los trabajadores y no trabajadores. Algunas veces se incluye si se falta mucho o no a las sesiones.

¿Un diputado o un senador que dedique sus horas a llenar el registro de peticiones varias es más trabajador que otro no lo haga? Por raro que parezca, puede que dedique mucho tiempo (o no), pero habría que ver la eficacia del trabajo. También hay que indicar que es muy diferente entre estar en un grupo del partido que gobierne o que sea de la oposición, o que el diputado en cuestión tenga un cargo ministerial.

Veamos dos ejemplos, centrándonos únicamente en la “política de campanario”, es decir, el trabajo dirigido únicamente a los intereses de la circunscripción por la que se ha sido elegido.

1) Un diputado, enamorado de las clasificaciones de legisladores trabajadores, decide estar en un sitio destacado y así tener su momento de gloria cuando, los medios sin noticias, tiren de éstas para rellenar páginas y tiempo.

Decide que se va a interesar por los medios humanos de Policía y Guardia Civil en su circunscripción, por lo que comienza hace una pregunta sobre la media de edad acuartelamiento por acuertelamiento de la Benemérita y comisaría por comisaría de la Policía Nacional; prosigue, con el mismo detalle geográfico, preguntando si son hombres o mujeres; luego pasa a preguntar la antigüedad en el cuerpo, por acuertelamiento y comisaría, en ambas fuerzas de seguridad; se le ocurre inquirir sobre las bajas, sobre su estado civil, sobre su lugar de nacimiento, sobre el tiempo de permanencia medio en cada puesto y en la circunscripción.

Resultado: le salen una cantidad tremenda de preguntas, que hará que un funcionario del Ministerio del Interior emplee algo de tiempo en recopilar la información y escribir las respuestas. Recibirá un montón de papeles con los que, posiblemente, no haga nada de nada porque ya está preparando la siguiente batería de preguntas para subir en la clasificación.

2) Un diputado determinado sabe que en una zona de su circunscripción vendría bien la construcción de un acuertelamiento de la Guardia Civil. Entonces comienza a ponerse en contacto con el Ministerio del Interior y con la Dirección General correspondiente, con el debido tiempo para si sus gestiones tienen éxito vayan consignadas en el proyecto de los Presupuestos. Se pelea con los de su partido, porque habrá otros que quieren que ese dinero vaya a su circunscripción.

Intenta que todos los diputados de la circunscripción apoyen esa iniciativa y se pasa horas y horas convenciendo a todo el mundo, dentro y fuera de las Cortes, de lo necesario que es ese acuertelamiento. Finalmente consigue que se construya y haya allí una presencia permanente de la Guardia Civil.

Pero claro, al final los que vayan a páginas como discursia.com pensarán que el diputado trabajador es el primero y que el segundo es un vago redomado.

Posted in Celtiberia, Política

Posted originally: 2009-09-03 19:41:08

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