El personal sanitario asignado al Departamento de Defensa de EE UU para prestar ayuda médica a los presos de Guantánamo ocultó o pasó por alto
las pruebas de torturas sufridas por al menos nueve presos, cuyos casos han sido ahora estudiados exhaustivamente por un equipo independiente de investigadores. Estos han tenido acceso a historiales médicos, información de los abogados y documentos desclasificados para estudiar estos nueve casos y presentar sus conclusiones en la prestigiosa revista científica estadounidense
Plos Medicine, de acceso por internet.