cómplices

Los médicos del penal, cómplices

El personal sanitario asignado al Departamento de Defensa de EE UU para prestar ayuda médica a los presos de Guantánamo ocultó o pasó por alto las pruebas de torturas sufridas por al menos nueve presos, cuyos casos han sido ahora estudiados exhaustivamente por un equipo independiente de investigadores. Estos han tenido acceso a historiales médicos, información de los abogados y documentos desclasificados para estudiar estos nueve casos y presentar sus conclusiones en la prestigiosa revista científica estadounidense Plos Medicine, de acceso por internet.

La CIA, Guantánamo y los cómplices

No es una cuestión, ni de colores ni de opiniones. Es cosa de sumisión, de falta de un pensamiento coherente que implica hacer lo mejor posible. Se nos llena la boca de derechos humanos para luego aportar, y ser cómplices de delitos sonrojantes. Son hechos que han servido para desestabilizar más el mundo con el desprestigio de las formas de Occidente. Las grandes democracias han creído que los derechos humanos y las convenciones asumidas por todos no son de necesario cumplimiento en ciertas ocasiones. Ahí es donde falla el sistema y es ahí donde los enemigos de la democracia se hacen fuertes. Guantánamo es, junto a Abu Ghraib, la última gran vergüenza de los estados democráticos.

Según hemos leído estos días, el Gobierno de Aznar fue cómplice de Guantánamo. Fueron compañeros de viaje del pisoteo a los derechos con la excusa de la lucha contra el terrorismo. El mismo señor que denunció los GAL ha sido cómplice de la misma guerra sucia. Una batalla que puede ser de justicia por el daño que nos han inflingido, pero que en una democracia es intolerable, al igual que los asesinatos selectivos de Israel que algunos mesías del cambio nunca condenarán.

Horas después de una estupenda exclusiva periodística, el ministro Moratinos dice que él no sabía nada. ¿Quiere decir esto que se destruyen todos los documentos confidenciales de los ministerios cuando se cambia de Gobierno? En este caso estaríamos ante otro gran fallo del sistema que permite que ejecutivos democráticos actúen como líderes bananeros, es decir, creando un cortijo particular en el que guisar y comer es cosa de uno. O Moratinos se hace el sueco, o directamente es de luces limitadas y poco éticas. No se puede creer en la democracia y dar cobijo a este tipo de vergüenzas.

Todo esto no esconde maliciosas intenciones. Oculta lo mucho que están dispuestos a dar los políticos para que una superpotencia no se enfade más de la cuenta. Son los informes que ha publicado El País pruebas documentales de que la clase política de España es de una bajeza moral preocupante. Lo único que hay es parafernalia, porque en el fondo, éste está más que hueco. Realmente ahí dentro no hay nada, sólo ansían de poder, y gobiernan con este peso sobre sus cabezas. Espero que algún día, la conciencie les devore a todos ellos por haber fomentado la tortura y el pisoteo a la presunción de inocencia.
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