El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha condenado todas las críticas que se han vertido en relación a las aspiraciones de su hijo Jean, de 23 años, para presidir un ente público que rige el barrio de La Défense, cercano a París. Para el mandatario francés,
la polémica en torno a su hijo es "sin fundamento y de forma excesiva", según
informa el diario Le Monde.