Expertos y análisis de datos revelan la delicada situación actual de la sanidad ceutí, que viene apareciendo a la cola de listas y clasificaciones a nivel nacional y europeo desde hace años. Una mirada en profundidad a los números muestran la alarmante falta de personal en todos los capítulos, con déficit de "hasta el 50%" en algunas categorías. Un problema acuciante para el que los expertos -algunos anónimamente, debido a su posición, y otros como el secretario general de CCOO, Ángel Lara, con nombres y apellidos- plantean soluciones, a la par que señalan principalmente al "agujero de la atención primaria".

La idea del gobierno de Pedro Sánchez es incrementar desde el 5,4% actual hasta el 7% del Producto Interior Bruto (PIB) el gasto sanitario de aquí a 2030, para después mantenerlo hasta 2050. Para algunos de los consultados esto no será suficiente y Lara incluso vaticina que Ceuta se quedará nuevamente a la cola: "Ya no hablo de vascos, madrileños y catalanes, que siempre hacen más presión. Es que no nos podemos comparar ni con La Rioja, que es bien pequeña".

No hay pues confianza en que los datos vayan a mejorar y no son precisamente positivos, principalmente en las especialidades que protagonizan la Atención primaria. En el último balance publicado por el Ministerio, que data del año 2022 -hasta el próximo año no habrá otro-, la ratio de pediatras y médicos de familia por cada mil habitantes de Ceuta es la segunda más baja de toda España, con 0,58, por los 0,57 de Melilla, siendo la media nacional muy superior, de 0,76.

"Estamos últimos o penúltimos en todas y cada una de las categorías de personal. Es que incluso en la que es un maremagnum que incluye a administrativos y demás, también", alertan profesionales del sector.

Y así es. Por ejemplo, el dato de tasa por 1.000 habitantes de profesionales de medicina en labores asistenciales en los hospitales, que junta a las dos ciudades autónomas como una única entidad, las sitúa también en el penúltimo lugar con un ratio de 1,58, siendo la media nacional de casi 2 (1,93). Afean además los sanitarios y sindicalistas consultados el trato de los datos por parte del Ministerio, en este caso: "A veces juntan Ceuta y Melilla cuando conviene para maquillar y en otras ocasiones, si es mejor, los separan", advierten.

La sangría va mucho más allá de los médicos. La tasa de enfermeros en primaria por cada 1.000 habitantes de Ceuta también aparece como la más baja de España con un sonrojante 0,49.

Las consecuencias de los datos

A pesar de que los números facilitados por el Ingesa parecen enmascarar esta realidad, las cifras previamente puestas de relieve no mienten, como tampoco lo hacen las impresiones de los expertos en sanidad en Ceuta. Ángel Lara advierte del lento pero constante deterioro de la sanidad española, "que era la mejor del mundo, sobre todo en relación coste-resultados" y como algunos de los trabajadores del Ingesa, pone el foco en la Primaria. "Como la Primaria se ha ido deteriorando durante los años anteriores, hemos visto en muchas ocasiones que nuestro siguiente nivel asistencial se ha colapsado", apostilla.

Estudios e informes recomiendan un máximo de 1.000 tarjetas sanitarias por pediatra y de 1.500 por médico de familia. Algo que Lara está seguro de que se incumple, aunque no pueda precisar los números: "Antes el Ingesa daba la cifras a los profesionales y esto hoy por hoy no es así. Sin embargo, hablando médico por médico sabemos que el umbral se sobrepasa y más cuando hay personal de baja y no se sustituye", asegura.

Su estimación es que el cupo por facultativo esté "entre 1.600 y 1.800" personas a atender. "Más en el caso de los enfermeros, que son menos en número". Incluye el cálculo de Lara las cifras del centro de salud de Otero, con "unas 33.000 tarjetas sanitarias, siendo 16 o 17 médicos contando a los pediatras", mientras en el caso del Recinto cuenta con "diez o doce doctores".

Esto redunda en "una mala atención" o "falta de tiempo para atender", según confirman todos los consultados, que dicen haber llegado a ver "cincuenta pacientes" en días de presión elevada, siendo lo normal "unos cuarenta". Sin embargo, con este ritmo de atención "se consigue que no haya demoras en la agenda de consultas", puntualizan.

El cálculo que hace Lara para cerrar este capítulo es que todos los puestos, incluidos administrativos o cocina, además de médicos de familia para primaria y especialistas deberían contar con entre "un 30% y un 50% más de personal".

Posibles soluciones

La de incrementar la plantilla es la respuesta que todos dan a la situación actual del sistema de salud ceutí, "para que tenga unos estándares adecuados". Empezando por "la atención primaria y con especial atención a los enfermeros, que deben igualar en número a los médicos para que todos tengan el mismo cupo de pacientes". Siempre buscando bajar de las 1.500 tarjetas sanitarias por facultativo de cada centro de salud: "Ese debe ser un máximo, pero se debe estar por debajo".

"Lo que hay que hacer es sacar todas las plazas en oposición cada uno o dos años. De esa manera se cubrirían. Claro, a la gente si le das un contrato temporal en unas condiciones malas, no viene, pero por una plaza en propiedad seguro que se interesarían", comenta Lara respecto a la fórmula para cerrar el agujero tanto en Primaria como en la atención especializada del Hospital.

También llama a incorporar la figura del psicólogo en todos los ambulatorios -para que las derivaciones a Salud Mental las haga una persona especializada en la materia- al igual que se esta haciendo con los odontólogos. La contratación de un trabajador social más en Primaria -en el centro de salud que carece de él- también se suma a la lista de deberes pendientes. 

Este conjunto de medidas, opinan los preguntados, permitiría al personal del Ingesa en Ceuta "realizar su labor de manera más eficaz y placentera", además de contar con tiempo para "formación e investigación". Aunque parece complicado que estos pasos se puedan dar en el corto plazo.