ESTANCAMIENTO

Solo quieren "salvar la sanidad pública de Ceuta"

Solo quieren "salvar la sanidad pública de Ceuta"
Concentración médicos huelga hospital urgencias ingesa
Un grupo de médicos, haciendo piña a las puertas del servicio de urgencias del hospital / Alejandro Castillo
Los pocos médicos que siguen de huelga han vuelto a concentrarse en el hospital para pedir al ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, que interceda para poner fin a la situación de conflictividad

El Sindicato Médico continúa en pie de guerra. La entidad que preside Enrique Roviralta -principal artífice de una suerte de 'levantamiento' que va camino de alargarse más que la obra de El Escorial- ha escenificado este 3 de mayo la que ha sido la vigesimotercera jornada de parón de los pocos facultativos del ejercicio mixto que resisten con audacia a los descuentos salariales (ocho, según el INGESA).

El modus operandi ha sido idéntico al de anteriores ocasiones: concentración, foto, discurso y ronda de preguntas. Lo único que ha cambiado con respecto a la última vez ha sido el escenario. El grupo ha pasado de exteriorizar su descontento frente a la entrada principal del Hospital Universitario a hacer lo propio junto a la del servicio de urgencias ("en apoyo a los compañeros" que en él se desempeñan, decían).

Concentración médicos huelga hospital urgencias ingesa
Una médico, portando una pancarta durante una concentración / Alejandro Castillo

Las pancartas y los carteles eran los mismos de siempre; las proclamas, también. Roviralta y compañía han salido a escena escudándose -de nuevo- en "las no negociaciones del INGESA con el Sindicato Médico". "Nosotros no queremos la huelga; lo que queremos es negociar", insistía el presidente del SMC, al tiempo que, entre bambalinas, rehúsa dialogar con la Administración a través de los cauces establecidos al efecto.

Concentración médicos huelga hospital urgencias ingesa
Pancarta del Sindicato Médico / Alejandro Castillo

La circunstancia se asemeja mucho a la del célebre gato de Schrödinger, vivo y muerto a la vez: "la sanidad pública agoniza"; "hay más de 4.700 pacientes afectados"; "esto es una tragedia"; "es algo insólito"... Pero se declinan todas las propuestas de negociación que, acertadamente o no, se ofrecen desde Madrid (no queremos huelga, pero tampoco queremos negociar).

Roviralta lo tiene claro: "El ministro de Sanidad tiene que hacerse cargo de la situación". El también presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos considera que "el INGESA no solo no soluciona el problema, sino que, además, parece que es parte de él". "No pueden seguir emitiendo comunicados de prensa criminalizándonos y responsabilizándonos de la huelga", argumentaba.

Concentración médicos huelga hospital urgencias ingesa
Enrique Roviralta, durante un encuentro con los medios / Alejandro Castillo

El hartazgo del SMC es tal que sus adeptos han decidido en asamblea -en connivencia con sus homólogos melillenses- "pedir el cese" de los dos subdirectores generales que participaron en esa 'no negociación' a la que hacía referencia Roviralta. "Queremos negociar con alguien que tenga competencias, que no nos mienta y que pueda desconvocar esta huelga", concluía.

Roviralta no ha querido "robar más desgraciado protagonismo" al otro gran protagonista de la jornada: Juan Carlos Querol, quien hoy se ha hecho con la portavocía del servicio de urgencias en representación de sus compañeros. Si los médicos que compaginan la actividad pública con la privada ya están mal -según el catastrofista relato del Sindicato-, los que se desempeñan en urgencias ni siquiera están (literalmente).

Concentración médicos huelga hospital urgencias ingesa
Juan Carlos Querol, durante un encuentro con los medios / Alejandro Castillo

En palabras de Querol, "al tratarse de un servicio que está en funcionamiento 24 horas al día 365 días al año, los problemas se acentúan mucho más". El principal contratiempo que aqueja a los profesionales de esta parcela no es otro que "la falta de personal". "Tenemos una plantilla deficitaria; cada vez, nos cuesta más cubrir los turnos de guardia", revelaba.

En la misma línea que Roviralta, el facultativo ha incidido en la necesidad de hacer de Ceuta "un destino estable e interesante para aquellos que quieran trabajar en este ámbito". "Hay días en los que hacemos los cuadrantes y vemos que no hay personas suficientes para determinadas áreas", explicaba.

Como suele decirse, la pelota está en el tejado del INGESA. ¿Servirá para algo la próxima Mesa Sectorial o quedará en uno de tantos encuentros infructuosos?

Solo quieren "salvar la sanidad pública de Ceuta"


Entrando en la página solicitada Saltar publicidad