España está a punto de cerrar un curso para el olvido en lo tocante a violencia de género. A falta de pocos días para que las Campanadas de Fin de Año pongan el broche definitivo al 2023, la cifra de mujeres asesinadas a lo largo del presente ejercicio asciende a la friolera de 55. Solo en el último trimestre, dieciséis féminas han perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas; un cifra verdaderamente alarmante.

2022 tampoco fue mucho mejor en lo que a violencia machista se refiere. La pasada anualidad llegó a término con un saldo final de 49 víctimas mortales, lo que resulta en una media de un deceso cada siete días. A pesar de todo, la tasa de feminicidios del último curso fue la más baja desde 2003, temporada en la que las autoridades nacionales comenzaron a contabilizar los casos.

Los datos anteriormente arrojados forman parte del denominado 'Informe sobre víctimas mortales de violencia de género y doméstica en el ámbito de la pareja o expareja'. El mismo lleva la firma del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, un organismo dependiente de ese Consejo General del Poder Judicial que lleva toda una década sin renovarse.

Según la Administración, el estudio en cuestión tiene como principal pretensión "ahondar en el conocimiento de la violencia hacia las mujeres a través de las circunstancias específicas de cada caso"; también, "detectar posibles espacios ciegos en la respuesta institucional" y "proponer las mejoras necesarias".

Las historias y narrativas de víctimas y agresores recogidas en el documento pueden representar -dicen- “una buena fuente tanto para la propuesta de reformas como para la práctica legal, jurídica y de provisión de servicios y recursos especializados", puesto que "pone en evidencia los eventuales fallos o vacíos del sistema de protección a las víctimas".

Durante el año objeto de análisis, tan solo cinco comunidades autónomas no registraron feminicidios, a saber: Asturias, Cantabria, Baleares, Galicia y La Rioja. En la otra cara de la moneda, Castilla-La Mancha, Madrid, Barcelona y Sevilla fueron las zonas más castigadas, con 8, 7, 5 y 4 casos confirmados, respectivamente.

Por desgracia para la imagen de nuestra salada tierra, Ceuta ocupa el segundo puesto en porcentaje de asesinatos consumados a lo largo de los últimos diecinueve años, tan solo por detrás de Melilla. Allí, en nuestra ciudad hermana, la tasa de feminicidios por cada millón de habitantes resultante entre 2003 y 2022 se sitúa en 8,57; aquí, en 4,86.

La coyuntura convierte a las dos ciudades autónomas en las regiones de España con mayor índice de crímenes machistas. Inmediatamente detrás de la Perla del Mediterráneo, se sitúan las Islas Canarias, las Baleares, la Comunidad Valenciana, Andalucía, Castilla-La Mancha y Cataluña.