NARCOTRÁFICO

Cuando el hamburguesero de la gran narcofamilia ceutí encontró el geolocalizador en una lancha

Cuando el hamburguesero de la gran narcofamilia ceutí encontró el geolocalizador en una lancha
Embarcación incautada por la Guardia Civil
Una embarcación incautada por la Guardia Civil.

El hallazgo de uno de los dispositivos de rastreo que los agentes de la Guardia Civil habían colocado en las embarcaciones provocó que la organización se cerrara y comenzaran los recelos que llevaron a tener que cerrar las diligencias previas ante la imposibilidad de obtener nueva información


La investigación sobre el gran entramado familiar del narcotráfico ceutí -al que en octubre se juzgará por blanqueo de capitales y organización criminal- entró en su punto culminante con la solicitud al juzgado por parte de la Guardia Civil de permiso para colocar un primer geolocalizador en una de las embarcaciones recreativas del cartel. La información que este aparato y los que vendrían después aportaron fue clave para el caso. Sin embargo, tras unos meses, uno de los miembros de la organización encontró uno de ellos. Esta es la historia de lo que sucedió, según el relato que figura en el auto de acusación de la Fiscalía al que ha tenido acceso este medio y cuya información ha venido publicando en exclusiva ceutaldia.com.

La autorización inicial fue interesada el 23 de marzo de 2018, concediéndose el 26, "al existir fundadas sospechas de que dicha embarcación estaba siendo utilizada como apoyo logístico para suministrar combustible, enseres de supervivencia, víveres, material tecnológico y ropa térmica a embarcaciones semirrígidas que se hallan fondeadas en alta mar relacionadas con actividades de narcotráfico".

Tras meses de constantes seguimientos y vigilancias continuas de los investigados, mediante oficio del grupo EDOA de la Guardia Civil del 4 de junio de 2018 se solicitó autorización judicial  para la instalación de un dispositivo de geolocalización en la embarcación recreativa propiedad del considerado líder de la trama, F. J.P. L, que se encuentra huido de la justicia junto a su hermano, A.D.P.L., supuesto número dos de la organización.

También se pidió en ese momento la intervención telefónica del número de teléfono, solicitud que fue autorizada posteriormente mediante auto de 5 de junio de 2018.

A partir de esa autorización inicial, la investigación emprendida determinó nuevas solicitudes policiales y autorizaciones judiciales para numerosas intervenciones telefónicas, prórrogas y ceses de las mismas, habida cuenta de la existencia de más implicados en las actividades delictivas mencionadas. De hecho hay acusadas ahora mismo 13 personas -además de los dos fugados-, incluida la esposa del cabecilla, agente de la Policía Local y ahora encarcelada por riesgo de fuga tras ir y volver a Marruecos a pesar de expresa prohibición judicial, M.D.M.L.D.., la hermana de los dos capos A.P.D.L. y su pareja M.A.L.M. entre otros muchos familiares, cónyuges y allegados de estos, además de N.A.M., públicamente trabajador de la hamburguesería de los narcos.

El hamburguesero encontró un geo-localizador

La investigación y las vidas de los implicados se torcieron por completo el 21 de noviembre de 2018. Fue entonces cuando N. A. M., supuesto trabajador de la hamburguesería de la que era propietario el líder del grupo, detectó el emplazamiento del dispositivo de geolocalización en una de las embarcaciones.

A partir de ahí, y siempre según lo expuesto en el auto de Fiscalía, los acusados intensificaron las medidas autoprotección y dejan de emplear los terminales telefónicos que estaban intervenidos. Esto determina que no pudieran proseguirse las actuaciones y se decretara judicialmente el sobreseimiento provisional de las diligencias previas.

Rocambolescas historias para blanquear: El falso divorcio, la madre y los niños moteros y el empleado de la hamburguesería

Los métodos para blanquear el dinero supuestamente procedente del narcotráfico incluyeron estratagemas variadas, algunas francamente rocambolescas. Así, en virtud de lo expuesto en el auto (aquí puede leer en detalle la participación de todos los implicados) destaca la historia del considerado cabecilla F.J.P.L. y su esposa M.D.M.L.D.

Considera el fiscal que ambos habrían simulado en 2012 un divorcio, en realidad ficticio, para trasladar los bienes de éste a la esfera patrimonial de ella con el fin de ocultarlos y borrar su relación con el narcotráfico. Considera el fiscal que la mujer tenía pleno conocimiento de la procedencia de ese patrimonio.

Fue en febrero de 2012, resultando de la supuesta disolución de la pareja un acuerdo de reparto de propiedades muy desequilibrado. Ésta obtuvo una vivienda unifamiliar de 493.185 euros, otra de 208.797 euros, una tercera tasada en 43.466 euros, dos plazas de aparcamiento valoradas pericialmente en 17.904 y 17.742 euros y un trastero valorado en 5.500 euros. El marido, por su parte, se quedó con una nave industrial en el polígono del Tarajal, con un valor de 319.631 euros y una vivienda en Fuengirola tasada en 242.601 euros, además de todos los vehículos de la pareja.

Prosigue el sumario revelando comportamientos que no se ajustaban a la extinción del matrimonio, como el hecho de que ella solicitara créditos para que el hombre adquiriera una nave industrial cuatro años después del supuesto divorcio o que ésta no percibiera nunca la prestación de alimentos y siguiera abonando gastos de su marido o cuñados concernientes a cuotas sindicales, aportaciones a planes de pensiones, primas de seguros o facturas telefónicas.

Asimismo, durante la práctica de la diligencia de entrada y registro realizada en el domicilio de la mujer se halló una muestra plastificada de hachís con un peso neto de 24,49 gramos y un índice de riqueza del THC del 18,93% de "las comúnmente utilizadas como prueba de la calidad de la mercancía a vender", un detector de micrófonos de escuchas de radio para dispositivos de GPS, numerosos teléfonos móviles y tarjetas SIM y un total de 6.198 euros repartidos en billetes y moneda fraccionada.

Aunque ella, policía local de profesión, quedó en libertad tras el pago de una fianza, fue cazada -casualmente dos días después de que este medio revelara toda la información sobre el caso- volviendo a Ceuta a través de la frontera del Tarajal. Algo que tenía prohibido, al no poder disponer de pasaporte, a la espera de juicio. Tras ello fue enviada a prisión con una elevada fianza que aún no ha depositado, siendo trasladada a una prisión peninsular.

Otro caso llamativo es el hecho de que la madre de F.J.P.L., la hermana y sus hijos menores con M.A.L.M. tuvieran a su nombre numerosos vehículos, incluidos motocicletas de gran cilindrada para los que ni siquiera disponían de permisos de conducir.

También es interesante la participación de N.A.M. Este, según el auto de Fiscalía, es considerado "uno de los más destacados miembros de la organización criminal". Aparentemente trabajador eventual en la hamburguesería del líder de la trama, "su verdadera actividad venía definida por las labores de vigilancia, manejo y conducción de embarcaciones en el mar, labores de acopio de gasolina y víveres con los que avituallar a las narcolanchas, así como funciones de intermediación con compradores y vendedores de la droga siguiendo las instrucciones dadas por F. J. P. L".

Este era titular de una embarcación en la que dos personas fueron cazadas navegando en dirección a las costas peninsulares transportando 73.345 gramos de hachís.

Así, en el año 2016, con una renta anual de 3.000 euros, y a pesar de cobrar exiguas cantidades por desempleo y ayudas públicas, el acusado N. A. M. adquirió el 3 de mayo de 2016 un vehículo Nissan Terrano II y el 29 de septiembre de 2016 un Volkswagen Golf 1,9 TDI, destinado al uso de su mujer N. A. A., "obteniendo realmente el dinero para sufragar dichas compras del producto del narcotráfico, sin que en sus cuentas bancarias aparezca reflejada forma de pago alguna de dichos vehículos, así como tampoco adeudos o domiciliaciones bancarias ni cobros con tarjetas de crédito o débito".

Posteriormente en 2017 el acusado N. A. M., a pesar de su precaria situación económica y sin que coste igualmente cómo obtuvo los recursos económicos necesarios para satisfacer el pago, compró el 21 de junio de 2017 un vehículo Fiat Seicento, el 15 de febrero de 2017 una embarcación y el 18 de abril de 2017 otra. Tampoco dejó rastros de su pago.

Por último, en el año 2018, con la misma situación económica que los años anteriores, se hizo un monovolumen Volkswagen Touran y el 25 de julio de 2018 compró una lancha semirrígida.

Resumen de los hallazgos de la Guardia Civil

Las pesquisas iniciadas en marzo de 2018 por el grupo EDOA de la Guardia Civil llevaron a descubrir el que es uno de los mayores entramados de blanqueo de capitales de la historia de la ciudad. Una familia entera, sus parejas y allegados de estas se sentarán en el banquillo a partir del próximo uno de octubre por blanqueamiento de capitales procedentes del narcotráfico y organización criminal. Ceutaldia.com desveló  el auto de acusación de la Fiscalía, en el que se detalla una vida a todo tren, que ni los acusados, ni los dos cabecillas huidos podían sufragar con fondos lícitos, según acusa el ministerio público. Coches, relojes, motocicletas, caballos embarcaciones, decenas de propiedades inmobiliarias y sociedades para hacer pasar por legales los ingresos del hachís, incluida una hamburguesería.

El líder de la organización era F. J. P. L. , que según las investigaciones de los agentes -que colocaron geolocalizadores en las lanchas semirrígidas propiedad de la familia y pincharon sus teléfonos- se dedicaba, siempre supuestamente, a ordenar qué hacer a todos los integrantes de la familia. Esto incluía gestionar los pases de hachís, el apoyo logístico a las narcolanchas y también idear el sistema para blanquear los capitales. Junto a su hermano y número dos de la banda, A.D.P. L., se encuentra fugado de la justicia, declarado en rebeldía procesal.

Además de ellos, integrarían la organización criminal, según el auto del fiscal, cuatro personas más que, "con la intención de obtener un beneficio patrimonial ilícito, llevaron a cabo las labores oportunas para la compraventa, transporte y posterior distribución y comercialización de una gran cantidad de sustancia estupefaciente, concretamente hachís, por la zona del campo de Gibraltar y Ceuta". Prosigue el fiscal señalando que para la realización de los citados fines, "los acusados se relacionaban entre sí y se informaban acerca de la existencia de la mercancía y precio y se concretaban las fechas y circunstancias en que se llevaría a cabo la operación de compraventa y transporte de la sustancia estupefaciente".

Según el auto al que ha tenido acceso este medio, dentro de dicho grupo criminal F. J. P. D. L. "ocupaba una posición preeminente, dirigiendo la actividad del resto de acusados, manteniendo contactos con posibles compradores de la droga, haciéndose cargo del mantenimiento de las embarcaciones de su titularidad adquiridas con dichos fines, realizando comunicaciones constantes con los componentes del grupo criminal y abonándoles las cantidades de dinero correspondientes por los servicios prestados". A. D. P. L. y los acusados M. A. L. M (la mujer ahora detenida)., C. S. P., N. A. M. y F. J. R. L. eran las personas que, siguiendo las instrucciones de F. J. P. L., se encargaban de "avituallar las embarcaciones, comprar petacas de gasolina y víveres, realizar labores de vigilancia, reunirse con los suministradores de la droga y viajar a Marruecos y localidades como Algeciras y Tarifa para perfeccionar los detalles del transporte de la droga en condiciones óptimas de seguridad y discreción para evitar ser descubiertos, poniendo especial celo en la seguridad de sus comunicaciones, lo que les llevaba a cambiar frecuentemente de tarjeta SIM y a la utilización de teléfonos satelitales encriptados".

De este modo, "a pesar de carecer de ingresos suficientes procedentes de actividad laboral, profesional o empresarial lícita, obtuvieron elevados y pingües beneficios patrimoniales ilícitos y manejaron grandes cantidades de efectivo". Con él habrían adquirido un alto número de bienes inmuebles, vehículos a motor y motocicletas, embarcaciones, sociedades mercantiles y ganadería caballar con ejemplares de pura raza española, así como la realización de inversiones y obras de mejora en inmuebles, "con el propósito de ocultar a través de la adquisición de dichos activos patrimoniales las ganancias obtenidas con las actividades de narcotráfico".

Para ello se sirvieron de sus cónyuges, parejas de hecho y familiares más directos, quienes "conociendo el origen ilícito de dichos activos  y a los efectos de otorgar apariencia de lícita procedencia a estos bienes u otros en los que los había transformado, consintieron que dichos bienes figuraran a nombre de los mismos".

Cuando el hamburguesero de la gran narcofamilia ceutí encontró el geolocalizador en una lancha


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