La Guardia Civil ha detenido poco después del mediodía de este frío 24 de noviembre al conductor de un BMW de matrícula nacional que ha intentado subir a bordo de un ferry portando consigo nada menos que cuarenta kilogramos de hachís.

El suceso se ha producido en la zona de preembarque del recinto portuario. Ante las sospechas levantadas por el encartado, los agentes de la Compañía Fiscal y Fronteras desplegados en la zona han decidido activar el habitual protocolo de inspección.

Inmovilizado el vehículo, los beneméritos han realizado un exhaustivo reconocimiento sobre este, logrando detectar al poco rato la presencia de varios bultos de lo que, a todos luces, parecían sustancias estupefacientes. Al parecer, la mercancía permanecía oculta "en el interior del depósito de combustible".

Dada la coyuntura, los funcionarios actuantes han procedido a la inmediata inmovilización del automóvil y al posterior arresto de su único ocupante: un vecino ceutí -de nacionalidad española- nacido en el año 1981.

Según ha trasladado a posteriori el instituto armado a través de un comunicado, el pesaje exacto de la mercancía ha sido de 41.400 gramos. Esta ha resultado ser -dicen desde el Cuerpo- "resina de hachís".

Tras practicar las diligencias oportunas, el detenido ya ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial, ante la que habrá de responder en breve por un presunto delito contra la salud pública. Como siempre, la sustancia intervenida ha sido llevada al Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno, donde permanecerá por tiempo indefinido a la espera de ser destruida. El turismo, por su parte, también han sido puesto a disposición de la Justicia.