Opinión
La primera vez que aparece el término Corte de los Milagros en la literatura, se debe a la pluma de Victor Hugo. En su obra Notre Dame de Paris, aquella en la que el protagonista era el jorobado Quasimodo, relata la existencia de un lugar, habitado por mendigos, ladrones y prostitutas, en el que se reunían por la noche los tullidos, que durante el día pedían limosna y que, una vez en la Corte, recuperaban milagrosamente la salud.