El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, ha dado un ultimátum de 10 días a Brasil para que defina el "estatus" del depuesto mandatario Manuel Zelaya, refugiado desde el lunes en su embajada, en una medida que podría profundizar su aislamiento internacional. "Solicitamos al Gobierno de Brasil que inmediatamente tome medidas para asegurar que el Sr. Zelaya deje de utilizar la protección que le ofrece la misión diplomática de Brasil para instigar a la violencia en Honduras", ha anunciado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Honduras en un comunicado leído en las cadenas de radio y televisión. "De igual manera, nuevamente solicitamos al Gobierno de Brasil que defina el estatus del Sr. Zelaya dentro de un plazo de no mayor de diez días. De no ser así nos veremos obligados a tomar medidas adicionales conforme al derecho internacional", añade la declaración, sin precisar más detalles sobre las mencionadas "medidas".