Las emisiones de gases de efecto invernadero deberán reducirse entre un 75 y 95% hasta 2050, comparados con los niveles de 1990, según un primer borrador de acuerdo en la reunión sobre el cambio climático de Copenhague.
Dicho borrador establece que las partes que negocian el acuerdo deben cooperar para lograr que el incremento de la media global de temperatura por encima de los niveles preindustriales no exceda entre 1,5 y 2 grados.
El documento provisional también solicita que "se coopere para lograr que el techo de las emisiones globales y nacionales (antes de que empiecen a descende...La Ciudad insiste en el efecto llamada del Plan de Empleo como ...El Pueblo de CeutaEl gobierno local, a través de su portavoz, Yolanda Bel quiso sacar el lado positivo de los datos del paro de este pasado mes de septiembre que arrojó una ... |
Copenhague- Llegó y vio pero, esta vez, no venció. La visita de Barack Obama, una de las claves del proyecto de Chicago para lograr los Juegos de 2016, no surtió el efecto deseado. El presidente de Estados Unidos llegó a primera hora de la mañana a Copenhague y, tras cuatro horas en la capital danesa, se marchó de nuevo sin saber si había cumplido su objetivo. Eso sí, se pasó toda la mañana visitando la ciudad junto a su comitiva de seguridad lo que provocó más de un problema de tráfico.
Las quinielas dejaban a la candidatura de Tokio en el último lugar entre las cuatro ciudades que se disputaron ayer la celebración de los Juegos de 2016 en la votación de la 121ª Asamblea del COI. Pero a las 17:22 ocurrió lo inesperado. Chicago salía en la primera ronda de votaciones en la que ya es la primera derrota internacional del presidente americano desde su nombramiento hace nueve meses.
La ejecución del proyecto de la ciudad del Medio Oeste, que iba a tener una playa privada para la familia olímpica, no convenció a los miembros del Comité Internacional. Sólo les votaron 18 miembros del CIO.
Viaje relámpago
Obama realizó un viaje relámpago a Europa para dar un golpe de efecto a la presentación de la candidatura estadounidense. La primera dama americana, Michelle Obama, llevaba ya dos días en Dinamarca representando con éxito el proyecto de su ciudad de origen. Pero las prisas del presidente no fueron bien recibidas por los miembros del COI que valoraron más el trabajo realizado en el «lobby» del hotel Marriot por el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula Da Silva.
Con el precedente de Londres 2012, este trabajo de despachos se ha afianzado en la elección de los Juegos de 2016 determinar la decisión del Comité.
En su presentación los norteamericanos apelaron a los sentimientos de un jurado que tuvo dudas sobre localización y distancias entre sedes, y al legado que dejarán los Juegos en la ciudad. «Nunca pensé que la llama olímpica pudiera iluminar nuestro barrio, es un sueño», relató una Michelle Obama sobria que también tuvo un recuerdo emotivo para su padre.
El presidente de Estados Unidos, por su parte, apareció como «un apoyo apasionado» para Chicago y apeló a la diversidad de culturas que conviven en su ciudad. «Sabemos cómo organizar grandes eventos deportivos y lo hacemos bien», explicó.
La candidatura del matrimonio más influyente del mundo había llegado pisando fuerte al ritmo de la música de los internacionales U2 y guitarras eléctricas. Ahora unos achacan la derrota a un proyecto débil y poco trabajado. Otros, al vestido de Michelle Obama: amarillo a pesar de las supersticiones.
La superstición del amarillo
Volvió a desafiar a la suerte al escoger un traje amarillo, el mismo color con el que triunfó en la ceremonia de investidura de su marido. Sin embargo, ayer, Michelle no logró ganar a la fortuna. Tal era la expectación creada en torno al matrimonio Obama que, a la hora de la verdad, no logró estar a la altura. Quizás porque en cuatro horas, las que estuvo el presidente de EE UU en Conpenhague, no tuvo tiempo para desplegar todos sus encantos. O quizás, los retrasos (como el de la ópera) las decenas de guardaespaldas, los flases, e incluso los empujones que, al paso del matrimonio, se sucedían acabaron con el efecto.
El delantero uruguayo de Osasuna Walter Pandiani ha apostado por la ironía al hecho de que no se valoren los goles del equipo navarro, como el que él consiguió en Valladolid desde larga distancia, en comparación con los del Real Madrid o el Barcelona y, al respecto, ha hecho una curiosa comparación.
"Todos los goles valen uno, eso es lo importante. Ronaldo le da su efecto y yo le di el calzoncillo, como decimos en nuestro país. Por suerte entró, fue un gol bonito y sirvió para conseguir los tres puntos". Pandiani deja claro que "me da igual si se infravaloró mi gol, valió uno, igual que todos. Quizá se siente menos por ser de Osasuna y si habría sido del Madrid o Barcelona hubiese sido tremendo golazo, pero estoy contento igual. Sirvió para lograr los tres puntos y eso es lo que más me satisface".
¿Qué es el efecto calzoncillo?
Pandiani ha explicado que 'efecto calzoncillo' es un dicho de su país y ha añadido que el nuevo balón de la Liga 2009/10 "hace muchos extraños", aunque ha admitido la colaboración del portero del Valladolid el pasado miércoles. "El balón iba moviéndose un poco raro y la verdad es que el portero quiso sacarse una foto cuando llegaba el balón, pero iba fuerte".
