Brasil sigue siendo una de las cunas del fútbol en Suramerica y de vez en cuando nos deja algunas perlas inolvidables. La última en un partido entre Rio Branco-Serra (3-0) correspondiente a la Copa Espirito Santo donde el meta visitante no puede hacer nada ante la doble chilena de los locales.
MIRA EL GOL DE DOBLE CHILENA
Oliver Wahlstrom es un chaval de sólo nueve años que ha sorprendido en una competición de jóvenes promesas (TD Bank Mini 1on1') de hockey hielo al anotar un tanto digno de un jugador profesional.
Wahlstrom, que juega en un equipo tres años mayor que él, es capaz de realizar un giro completo con el control de la pastilla y batir al portero, dejando atónitos a más de uno con la acción.
MIRA EL GOLAZO DE WAHLSTROM
El Barça ha vencido al Almería por 1-0 con un fabuloso gol conseguido por Pedro a los 31 minutos, quien tras darse media vuelta en el área grande tras recibir el balón de espaldas a la portería, ha enviado un obús a la escuadra de la meta defendida por Diego Alves.
El golazo ha pagado la entrada por lo deliciosa que ha sido la maniobra previa del canterano, pero seguramente se ha quedado corto para las expectativas de la concurrencia. La gente hacía quinielas antes del partido para ver cuántos goles se llevarían Diego Alves y sus compañeros de vuelta a Almería, pero el partido ha acabado en un desengaño. El Barça ha dispuesto del control y la posesión de la pelota, pero no ha dado con la fórmula para someter a un duro equipo albirrojo, que ha asumido su rol de 'partenaire' dedicando su esfuerzo a la permanente destrucción del juego azulgrana. Lo corto del resultado, por este motivo, ha alimentado la posible sorpresa hasta el pitazo final del árbitro.
La actitud prepotente y equivocada del árbitro Velasco Carballo en el primer tiempo, pasando por alto la dureza del Almería e incluso sacando de quicio a los 22' a Lionel Messi por, no sólo no pitarle un penalti a favor tras una falta de Bernardello, sino por regañarle de forma gratuita entendiendo que Leo se había tirado en el área, ha sido clave en el hecho que algunos de los jugadores más desequilibrantes del Barça perdieran la chaveta, centrándose más en la fricción que en el juego en sí.
Ha tenido que ser una acción individual la que diera al traste con el planteo ultraconservador del Almería. Hugo Sánchez había mentalizado a sus jugadores para el combate. Incluso había ordenado un marcaje personal a Xavi, que ha desarrollado con bastante pulcritud Chico. Pero a pesar de que ha parecido tener controlados todos los detalles, la dinámica de lo impensado se ha cargado su estrategia.
Con los cracks algo espesos -más allá de algún que otro detalle de mérito-, ha aparecido Pedro para establecer y afirmar en el marcador la enorme superioridad conceptual del Barça (75% a 25% en la posesión del balón y mayor volumen de juego) con un golazo y amarrar tres de esos puntos que parece 'chupado' obtener pero que en un descuido también te los pueden quitar.
El Barça ha terminado firmando un primer tiempo aceptable y una segunda parte para olvidar. Tal es así que el equipo de Guardiola, que suele acumular situaciones de gol favorables, en pocos lapsos se ha encontrado cómodo en el terreno de juego. Más pendiente de contestar los golpes del Almería, que de inyectar intensidad al juego, lo mejor que le podía pasar al Barça -y lo dijimos en el minuto a minuto- era que se acabara el partido. Son muchísimos los antecedentes en la historia del fútbol en los que se ha impuesto la racanería a los merecimientos. Pero afortunadamente para los de Guardiola el final ha sido feliz y el Barça ha acabado sumando su 6 de 6 y trasladando la presión al Real Madrid, que visitará este domingo al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, obligado a no perder pisada.
