pardos

De noche todos son pardos

Esta es, señores, ni más ni menos, que una historia de amores.  La de Zapaquilda, gata presumida y de hermosa cola, que no dejó en todo Madrid  una teja ni una chimenea sin un solo gato enamorado; de Marraquiz, aquel felino romano, de maullido triste, lleno de celos y  enojos, que pelea de uñas por su amada; y del entrometido pretendiente Micifuf, un gato maula en asuntos de amores, célebre en todas partes por ser «Zapinarciso» y «Gatimarte». Lópe de Vega escribió esta máscara goyesca a los 72 años, cuando Goya no había nacido,  lo de las máscaras quedaba en Venecia y la vida ya casi se le había pasado por completo. Una poema en verso (silvas) que empapó el imaginario colectivo (las abuelas madrileñas solían llamar Micifuf a los felinos negros y callejeros) y cuyos  protagonistas pasaron al parnaso de personajes populares ilustres igual que lo han hecho Don Juan o los amantes de Teruel.
Hasta hoy era, como tantas veces ocurre en España, un texto olvidado –la Resad lo ha reeditado, pero es, literalmente, imposible de conseguir–. El teatro, una vez más,  redescubre para el gran público una joya escondida y apartada de nuestra literatura. Esta vez de la mano de la Compañía La ensemble Teatro y bajo dirección de Goyo Pastor y con la adaptación libre de Pedro Víllora y José Padilla.  «Es una reflexión sobre las pasiones humanas, la vida. Un mundo de gatos masculinos y femeninos. La animalización hace que el mensaje resulte más interesante. Si oyes lo que dicen de boca de otra persona, no les prestarías atención, pero si se las escuchas a un gato, sí. Además, son gatos que hablan con mucho conocimiento y reflexión», comenta riéndose Pastor.
Humor y parodia
Pero no hay nada que temer. Ésta no es una representación filosófica. El Fénix de los Ingenios trabó, con su habilidad y arte habitual, uno de sus textos más humorísticos, paródicos y deliciosos. Humor inteligente en una época donde resulta ya difícil encontrarlo. «Hoy es burdo, chabacano, parece como si esta clase de humor no le interesara a la gente», explica Pastor, quien reconoce que aquí lo difícil fue extraer el diálogo para los ochos actores que participan en el montaje: «Lo hemos trabajado con arreglo a una obra clásica. En esta labor decidimos que los nobles hablaran en verso y los criados en prosa versada. Esto da ritmo, consigue que la obra no decaiga y también que los espectadores se entretengan más». Goyo Pastor ha encontrado en esta comedia de  romances gatunos la posibilidad para desarrollar la plástica y la estética que a él le gusta y, de paso, rescatar  un clásico con mayúsculas: «Tenemos una gran riqueza en el Siglo de Oro, pero conocemos mejor lo de fuera, las 39 obras de Shakespeare. Lope tiene 1.400. Seguro que 39 igual de buenas».


Dónde:  en el Teatro Fernando de Rojas.
Cuándo: Hasta el 11 de Noviembre.
Cuánto: 12-15 euros.

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