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Los Lakers vuelven a caer contra un equipo perdedor

El ataque de los Wizards de Washington sorprendió a Los Ángeles Lakers que perdieron por 106-101 ante el segundo peor equipo de la Conferencia Este a pesar que el escolta Kobe Bryant anotó 30 puntos y el ala-pívot español Pau Gasol logró un doble-doble. Los Lakers, que la noche anterior habían perdido también en la prórroga ante otro equipo con marca negativa, los Pistons de Detroit (88-85), vivieron la misma experiencia al dejarse arrebatar la victoria en los últimos minutos. La derrota ante los Wizards fue todavía más humillante después de haber tenido una ventaja de 21 puntos al inicio del ...

Perdedor empedernido

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A John McKay se le podría recordar por hechos diversos, la mayoría buenos. Por ejemplo, por su carreracomorunningback estrella de las universidades de Purdue y Oregón. O por los cuatro títulos de campeón de la NCAA que lograron los Trojans de la Universidad de Southern California (USC) bajo su batuta técnica. Pero no. McKay es para la posteridad el perdedor por antonomasia, el hombre que encajó 26 derrotas seguidas dirigiendo a Tampa Bay Buccaneers, un récord sin parangón en la historia de la NFL.

Este católico irlandés, hijo de un minero del carbón, no supo digerir las diferencias entre el fútbol americano universitario, el mundo del que procedía y en el que realmente disfrutaba, y el profesional, el mundo al que el dinero le llevó. Pese a todo, supo encajar los constantes reveses con cierto fatalismo sarcástico que le convirtió en un hombre popular pese a su colección de nefastos resultados. Durante un año y dos meses, casi dos temporadas enteras, su equipo perdió todos los partidos con actuaciones ridículas: de las 26 derrotas consecutivas, 14 en 1976 y 12 en 1977, en 11 ocasiones su equipo fue incapaz de estrenar el marcador, quedándose a cero. Cada vez que pisaba el Tampa Stadium de Florida, su propia casa, la grada se llenaba de camisetas con la leyenda "McKay fuera de Tampa Bay".

La vida no siempre fue tan mala. John procedía de una familia humildeyestuvounaño trabajando en la mina antes de enrolarse en las Fuerzas Aéreas y combatir en la II Guerra Mundial. Sus prestaciones como jugadores eran más que suficientes para garantizarle una plaza en la Liga profesional, pero siempre tuvo claro que lo suyo era entrenar. Quemó las etapas con solvencia: ocho años de técnico asistente en Oregón y otro más en USC, donde en 1960 tomó las riendas como jefe absoluto. Permaneció 16 años en la institución, donde supo sacar el mejor rendimiento posible a estrellas en ciernes como unos jovencísimos Mike Garrett y O.J. Simpson y ceñirse los anillos de campeón en 1962, 67, 72 y 74.

Con estas credenciales, los equipos profesionales se rifaban a McKay. Dio calabazas a Cleveland, New England y Los Angeles Rams,pero no pudo resistirse a los dos millones de dólares por temporada que Tampa Bay le puso sobre la mesa. Se convirtió en 'head coach' de los Buccaneers con poderes casi absolutos para controlar la confección de la plantilla, y debutó en la NFL el 12 de septiembre de 1976 en un encuentro que le enfrentó a los Oilers en el Astrodome de Houston y que se saldó con un contundente 20-0, un nefasto presagio de los meses venideros. Pese a sus esfuerzos, ni él ni sus chicos levantaron cabeza en toda la campaña, perdiendo los 14 partidos que conformaban entonces la 'regular season'. Obviamente le llovieron críticas de todo tipo y desde todos los estamentos, que él encajaba como podía, consciente de haberse equivocado al dar el salto a profesional. El año siguiente, 1977, no fue mejor. Los Buccaneers perdieron los 12 primeros partidos, pero McKay salvó el honor en los dos últimos enfrentamientos de la temporada. El 11 de diciembre, tras 13 meses sin ganar un partido, Tampa Bay venció a los Saints en el Superdome de Nueva Orleans por 14-33, poniendo punto final a la peor racha de la historia del fútbol americano profesional. Cuando le preguntaron a McKay cómo iba a celebrarlo, respondió: "Iré a casa,me meteré bajo la ducha y me diré a mí mismo que soy un gran entrenador".

Sorprendentemente, John McKay permanecióenel cargo hasta 1984, llevando a Tampa a los playoffs en 1979, 1981y 1982 antes de retirarse. Uno de sus hijos, Rich, es el actual presidentedelos Atlanta Falcons y fue general manager de los Tampa Bay Buccaners en 2003, cuando la franquicia ganó laúnica Super Bowl de su trayectoria. Su padre no llegó a verlo. Había muerto un año y medio antes, a los 78.

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