Tras proclamar ante los medios de comunicación que el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, había sido objeto de un golpe militar y sacado fuera del país el pasado 28 de junio, Eduardo Enrique Reina, su secretario privado, decidió encaminarse a la Embajada española en Tegucigalpa para solicitar refugio en ella. Reina, que además era subsecretario del Ministerio de Exteriores, eligió la representación diplomática española para buscar protección al percibir que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero había tomado una clara postura de apoyo a Zelaya, como ha demostrado desde que Roberto Mi...