barcelona- El escándalo por el fraude en el Palau de la Música no se desarrolla a nivel judicial, sino también a nivel político. Convergència Democràtica quedó en el centro de la polémica la pasada semana cuando trascendió que su Fundación afín, la Trias Fargas, recibió 630.000 euros de la centenaria entidad que presidía Fèlix Millet. El PSC ha intentado relacionar cuanto ha podido a la formación nacionalista con oscuras maniobras de financiación, aunque CDC dice estar muy tranquila porque todas sus prácticas, insisten, son «legales». Ayer, Convergència pasó al ataque e intentó poner en entredicho la actuación del PSC para sufragar los gastos de su Fundación.
El secretario general adjunto de Convergència, Felip Puig, se mostró sorprendido porque la Trias Fargas sea objeto de suspicacias, ya que, subrayó, siempre se ha financiado de «forma correcta y legal, cuando otras como la socialista se ha financiado prácticamente al 100 por 100 con dinero público», lo que consideró una conducta «propia de países banareros». Puig quiso resaltar que la Fundación afín a Convergència recibe una gran cantidad de recursos procedente de empresas y otras instituciones distintas a las administraciones públicas y que, por tanto, ese dinero no sale del bolsillo del contribuyente.
En suma, lo que hizo el dirigente nacionalista fue cuestionar que el PSC, que controla la mayoría de administraciones en Cataluña (diputaciones, Generalitat y ayuntamientos) destine recursos públicos para mantener al día las actividades de su Fundación Rafael Campalans.
Quien también terció en el asunto de la financiación de las organizaciones políticas fue la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, que reclamó «abrir un debate serio» sobre las ayudas públicas a los partidos. «Todas las informaciones surgidas en torno al “caso Millet” confirman que todos los controles sobre subvenciones públicas han fracasado», dijo. Y añadió: «Pedimos a los partidos políticos y, en especial, a CDC que den toda la información sobre las donaciones recibidas tanto en el caso del Palau como por parte de empresas constructoras (en alusión al escándalo del 3 por ciento).
Muy distinta fue la opinión del conseller de Política Territorial, Joaquim Nadal, quien lejos de lamentarse por el control público de las cuentas del Palau de la Música, defendió su rigor. Nadal comentó que las auditorías se realizan para ver si las cuentas están bien hechas y si éstas «engañan» es la Justicia la instancia que debe investigarlas.
 

El pleno municipal lo aprueba con los votos de CiU y dos listas independientes vinculadas a ERC y PSC

El presidente catalán, José Montilla, ha llamado hoy a la unidad de las fuerzas políticas para afrontar la crisis económica, un asunto, ha recordado a su grupo parlamentario, el del PSC, en el que "nos jugamos mucho" en credibilidad a un año de las elecciones catalanas.
Montilla ha intervenido en la reunión que el grupo parlamentario de PSC-CpC celebra en el Montseny, en donde públicamente no ha hecho ninguna alusión ni a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut ni a la polémica abierta por el conseller Antoni Castells, que ayer llevó a la vicepresidenta del PSC, Manuela de Madre, a manifestar su "sorpresa" y contrariedad por las críticas de Castells a la política económica del Gobierno central.
El líder del PSC ha dejado a un lado estas cuestiones y se ha centrado en lo que cree que es "lo que más inquieta" a los catalanes: la crisis económica.
De entrada, el presidente catalán ha asegurado que "es la hora de la unidad" de las fuerzas políticas catalanas, y ha pedido a la oposición (CiU y PPC) que abandonen el "tacticismo" y el "electoralismo", y dejen así de poner "palos en las ruedas" para arrebatar a los socialistas el poder.
"A estos partidos, CiU y PP, les hemos de decir que es la hora de ser responsables, de hacer propuestas serias, de no hacer tanta crítica fácil y que trasladen al Govern soluciones viables si la hay", ha insistido Montilla, que ha asegurado que "es la hora de que todos juntos unamos fuerzas para luchar contra el principal problema del país y que más preocupa a la gente".
En este contexto, Montilla ha pedido un esfuerzo a los diputados socialistas, a los que ve "decisivos" en un curso político en el que "nos jugamos mucho": superar la crisis económica, que "el país salga adelante", y con ello obtener la credibilidad necesaria para afrontar un año pre-electoral.
Montilla ha recordado que este impulso "sólo lo podemos hacer desde nuestro proyecto de izquierda y catalanista, progresista, frente a una derecha que siempre que ha podido ha gobernado junta en Cataluña y en España, lo que volverá a hacer si puede".
"Como presidente de la Generalitat os pido que seáis agentes activos en la lucha contra los que quieren que todo vaya mal para conseguir sus réditos electorales", ha abundado Montilla, que ha apuntado que "hemos de luchar con todas nuestras fuerzas para que los que quieren que Cataluña caiga en el pesimismo no gobiernen el país; hemos de luchar contra todas nuestras fuerzas para que la Cataluña del siglo XXI no sea una Cataluña triste y sin esperanza, como quieren algunos".
Montilla ha animado asimismo a los diputados socialistas a trabajar por la "Cataluña real", la de los trabajadores, empresarios y estudiantes, para ayudar a personas como las dependientes, "y lo podemos hacer desde el optimismo y no desde el pesimismo".
"Los ciudadanos necesitan un Govern que confíe en ellos, en sus proyectos de vida, que vean que su esfuerzo tiene un sentido... Los socialistas estamos dispuestos a encabezar esta ilusión". ha agregado.
De esta forma, Montilla ha concluido: "Empezamos un curso político en el que nos estamos jugando esto, si triunfa la desesperanza azuzada por la oposición o por si el contrario triunfa un proyecto que, pese a las dificultades, confía en Cataluña, en su gente, en sus potencialidades, en el dialogo, en la palabra prudente ante las provocaciones ......y en la firmeza también cuando hay que defender nuestros intereses".
El grupo del PSC finaliza hoy su reunión de dos días en el Montseny para preparar el curso político, unas jornadas por las que han pasado consellers como Joaquim Nadal, Marina Geli o Montserrat Tura, pero no el conseller Antoni Castells, que ha sido reprendido por la dirección del PSC por sus críticas al Gobierno del PSOE.