El Consejo de Gobierno ha aprobado este lunes el encargo a Tragsa que deberá servir para poner fin al erial en el que se convirtió Santa Catalina desde que se remodeló con la idea de convertir el antiguo vertedero en un parque que atrajera a los muchos ceutíes que utilizan el entorno del Monte Hacho para sus paseos y actividades deportivas. Son algo más de 4 millones de euros los que recibirá la empresa pública para enmendar el error multimillonario de la obra inicial. Sin contar otras pequeñas obras con las que se intentó mejorar el desastre inicial o reparar algunas cuestiones de urgencia, ni tampoco los estudios para saber qué falló, el Gobierno de la Ciudad invirtió de mano unos 12 millones de euros en que el vertedero se convirtiera en Parque, ahora se sumarán a esas cifras otros 4 millones, concretamente 4.061.361 euros, según ha informado el portavoz del Ejecutivo, Alberto Gaitán, al término de la reunión del mismo.

500.000 euros se invertirán este mismo 2022 y el resto, 3,5 millones durante el próximo ejercicio. La cifra supera con creces lo que estimó la propia Tragsa en uno de los estudios que se le encargó para saber qué estaba mal y cómo se podía arreglar. Un informe del pasado año estimó en 2,4 millones de euros y 12 meses de trabajos lo necesario para darle al parque aspecto de parque y desterrar el secarral en el que se ha convertido con el paso del tiempo. 

Si en su informe inicial ya concluyó que se había puesto poca tierra y de mala calidad, ahora lo que se pretende es precisamente hacer más aportes de tierra y con mayor calidad para permitir que las especies vegetales que se planten arraigan y sobrevivan a los temporales. Para eso también se ha estudiado qué plantar y se prevé, tal y como ha explicado Gaitán hacer aportes químicos al suelo para permitir una mayor fertilidad, además de rellenar con más metros cúbicos de tierra toda la zona.

Además se arreglará todo lo que esté mal, que en este caso es mucho: viales, mobiliario, cunetas y hasta la red de riego, con la intención de dotar a esos 60.000 metros cuadrados de el aspecto frondoso que siempre debió haber tenido según constaba en el proyecto inicial.

Además si el Ejecutivo tiene intención de cumplir con lo dictaminado por el Pleno de la Asamblea a propuesta del PSOE, el proyecto debería incluir la instalación de elementos de ocio juvenil y merenderos: espacios de 'parkour, kalistenia, BMX acrobático, skate o para bailes urbanos entre otros, tal y como se recogía en la propuesta socialista que recibió el visto bueno de la Asamblea.