Como momento culminante de
su viaje a El Salvador, Barack Obama visitó esta noche en la catedral de esta ciudad la tumba de
monseñor Óscar Arnulfo Romero, símbolo universal de la causa de los derechos humanos, asesinado en 1980 por sus constantes denuncias de los abusos cometidos por un ejército adiestrado y financiado en aquel momento por Estados Unidos.