Parece que últimamente el PP anda apoyando una propuesta de revisión institucional para replantear la distribución de competencias entre las comunidades autónomas y el Estado. Se puede estar de acuerdo con esta iniciativa de corte ‘neocentralista’ e incluso se puede tener la convicción, como la tengo, de que es algo que le ayuda según las encuestas que pero que no piensan hacer realmente cuando lleguen a La Moncloa, porque es peligroso cuando la Presidencia del Gobierno la tienen los otros.

Como digo, hasta aquí todo entra en el terreno de lo opinable: se puede estar de acuerdo o en desacuerdo. La cuestión comienza a entrar en el terreno de la ‘psiquiatría política’ cuando ese mismo partido pide una segunda descentralización, es decir, entregar competencias que las comunidades han recibido del Estado a los municipios. La municipalización de las competencias también es opinable y, aunque no me encontrará entre sus partidarios, comprendo que haya personas que piensen en que es una buena objeción.

El problema surge cuando se defienden las dos cosas a la vez. Una centralización y una descentralización más grande de lo nunca hemos imaginado. Es por eso por lo que ya he dicho que alguien, o unos cuantos, en el PP están padeciendo alto patología de ‘psiquiatría política’, porque es difícil defender una cosa y su contrario a la vez y pensar que uno está diciendo algo sensato y mucho menos algo coherente.

Posted originally: 2011-01-18 09:00:51