El Sindicato Médico ha emitido este jueves su acostumbrada nota de prensa diaria, pero no para atacar al INGESA (aunque, al final, lo ha acabado haciendo), sino para anunciar la marcha de una ginecóloga que, hasta hoy mismo, se desempeñaba en nuestro Hospital Universitario.

Lo cierto es que no hay oficialidad en torno a la información brindada por el SMC. El INGESA no se ha pronunciado al respecto (ni siquiera al ser preguntado por este medio), por lo que las dudas son entendibles; máxime, teniendo en cuenta que la entidad que preside Enrique Roviralta no terminó de contar la verdad en la reciente salida de una intensivista que también trabajaba en el clínico de Loma Colmenar. Esta se jubiló, no se fue por "malas condiciones", como afirmaba la organización sindical.

Sea como fuere, si nos atenemos al relato ofrecido por Roviralta y los suyos, la última profesional en poner pies en polvorosa, la que no hoy nos ocupa, llevaba "casi 10 años en el hospital". Su marcha se debe -dicen- a "la imposibilidad de conciliar la vida laboral con la familiar".

"Esta médica, al igual que otros muchos facultativos, ha estado expuesta a una gran carga de trabajo como consecuencia de la falta de profesionales", argumentan los acólitos del SMC, que creen que la situación constituye una suerte de círculo vicioso: "Los médicos que están tienen demasiado trabajo, muchos deciden irse y esa carga sigue aumentando".

Desde el Sindicato, aseguran que, prueba de ese mismo exceso operacional es que "muchos facultativos del área de ginecología han llegado a trabajar 96 horas en una semana entre horario de consultas y guardias". "En Ceuta, nuestros profesionales no tienen un tope de horas, mientras que en el resto del territorio nacional sí que existe un máximo", se quejan Roviralta y compañía.

Según la organización médica, el INGESA "no ha hecho nada por ofrecer a estos especialistas la opción de conciliar; no les ha ofrecido ninguna opción para dejar de estar tan sobrecargados". "De hecho -concluyen-, desde dentro, pidieron aumentar la plantilla y aún siguen esperando".