La plantilla de Urbaser para indefinidamente en el Príncipe y los vecinos se sienten criminalizados
30 diciembre 2008 17:46 h.
“Con carácter indefinido se van a paralizar todos los servicios realizados por Urbaser en la barriada”, explicó Aróstegui, después de mantener contacto con el delegado de Comisiones Obreras en la empreas. La indignación en la plantilla es importante tras la agresión sufrida por un compañero sin aparente motivo esta mañana.
Si bien UGT a través de un comunicado expresó otra actitud más moderada. “UGT quiere dejar claro que actos de violencia de este tipo, no se deben reproducir nunca más, si bien tenemos claro que, esta conducta, se viene produciendo por un reducido número de ‘personas’ que nada tiene que ver con la mayoría de ciudadanos que componen esa zona”, afirmó el sindicato a través de un comunicado.
Además este sindicato anunció su intención de solicitar a la empresa “que tome las medidas oportunas para garantizar la labor que los trabajadores vienen desarrollando en esta zona y espera la máxima colaboración de las autoridades en dotar al barrio de suficientes fuerzas de seguridad”.
Se sienten criminalizados
Una postura la de UGT más cercana al sentir vecinal tras la agresión. El presidente de la barriada, Laarby Mohamed, dejó claro que si los trabajadores deciden no volver a subir al barrio “es una cuestión de ellos que respeto. Pero con esa actitud se criminaliza un poco a la barriada. Yo entiendo y comparto la frustración y la indignación de la plantilla de Urbaser, pero las cosas hay que pensarlas un poco. Le podía haber pasado a cualquier otro trabajador o cualquier otro vecino. Tomar la decisión de no subir es como si todo el mundo en el barrio fuera igual que el agresor. El Príncipe y sus vecinos no tienen porque pagar un hecho aislado. Hemos sido los primeros en defender a este colectivo de trabajadores y agradecemos la labor que hacen. Pero consideramos que es, precisamente, ahora cuando deberían dar la cara y creemos que los vecinos del Príncipe no se pueden quedar sin servicio, no se lo merecen, igual que los trabajadores de Urbaser no se merecen la agresión de hoy o los del autobús las que han sufrido”.
Al presidente de la barriada le toca especialmente la moral la decisión anunciada por el Comité de Empresa de Urbaser, similar a la que cada vez que hay agresiones ponen sobre la mesa los trabajadores del autobús.
“Adoptando estas decisiones parece que somos los vecinos los que tenemos que salir a la calle a hacer justicia. Por mucho que se quieran tergiversar las cosas, las primeras víctimas somos los vecinos del Príncipe. Nosotros sentimos una gran impotencia ante lo ocurrido. Estamos atados de pies y manos. ¿O es que alguien piensa que nos alegra esto?”, continuó reflexionando Laarby Mohamed.
“La justicia y las autoridades son las que tienen que poner orden en donde hay un desoerden, no los vecinos. A las primeras de cambio deciden no subir al Príncipe, pues que no suban, pero yo creo que es ahora cuando la empresa y el comité debe dar la cara, sacar una mano a favor del barrio y no permitir que el acto de un loco lo paguen miles de vecinos que nada han hecho”, aseveró Mohamed.
La agresión de hoy y el anuncio de los trabajadores de Urbaser de no subir a la barriada es lluvia que cae sobre mojado en el barrio. Meses atrás ya se vivió con inquietud el problema surgido en el servicio de autobús por las reiteradas agresiones que sufrían los conductores. La violencia en el Príncipe no es nueva para casi nadie.
“Llevo diciendo mucho tiempo que al Príncipe se le deja de lado y siempre se salen de rositas. Nadie se lo quiere creer, pero somos los vecinos del barrio quienes nos sentimos como la primera víctima. Ayer sin servicio de autobús, mañana sin servicio de limpieza. No es justo porque los vecinos no tenemos responsabilidad sobre hechos que son aislados. Y mientras eso sí, esto parece jauja, aquíe cada uno corre como quiere y hace lo que quiere y nunca pasa nada”, espetó Laarby Mohamed, clamando por un mayor control de los cuerpos de seguridad en un barrio que arrastra una tradición de vandalismo que nadie ha logrado atajar hasta el momento.
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