Todo comenzó minutos antes de la salida del último servicio entre Algeciras y Ceuta de la compañía Balearia en el mostrador de la planta superior de la Estación Marítima de Algeciras en el que se expiden las tarjetas de embarque. Allí una mujer que viajaba en compañía de su hija de dos años y su hermana trataba de canjear su billete de residente por una tarjeta de embarque, según ha relatado Aureliano Martín, abogado de Comisiones Obreras y a la postre víctima también de las prácticas de Balearia.

Los empleados de la compañía se negaban a darle la tarjeta de embarque a la mujer. La razón que esgrimían era que su DNI se encontraba caducado desde hacía unos quince días. Por esto le pedían que sacara un billete normal, ya que el sistema informático les impedía expenderle la tarjeta de embarque en estas circunstancias.

Según ha relatado a ceutaldia.com Aureliano Martín, los que quedaban en la cola se interesaron por la situación, entre ellos, él y un empresario de una agencia de viajes. Al conocer la situación, el mismo Martín en su calidad de abogado se dirigió a la empleada de la compañía para explicarle que la caducidad o no del Documento Nacional de Identidad poco importaba en este caso. “De lo que se trata es de corroborar que la persona que porta el billete se corresponde con los datos que figuran en el mismo. Otras muchas veces las compañías cuando tienen prisa o sin ella no teclean en el ordenador la fecha de caducidad del DNI ni tan siquiera el número. A la fuerza es mentira que el sistema les impidiera entregarle la tarjeta de embarque. La mujer además llevaba toda clase de documentación en regla, menos el DNI”, ha explicado Martín.

En todo caso, según Martín, debiera ser la oficina que expende el billete, ya sea la compañía o una agencia de viajes la que debe comprobar el DNI. Al día siguiente con la compañía Acciona la mujer pudo embarcar como residente y nadie le requirió la fecha de caducidad de su DNI, ni a ella, ni al propio Martín ni tampoco al resto de ceutíes que tuvieron que pasar la noche en Algeciras.

La discusión sube de tono mientras el resto de pasajeros van obteniendo su tarjeta de embarque. En la ventanilla de Balearia se persona un responsable de la compañía y agentes de la Guardia Civil. Según Martín la representación de la Benemérita indica a los empleados de la compañía que deben dejar embarcar a la mujer. Petición a la que tampoco acceden.

En solidaridad con la afectada y no con poca indignación, el propio Martín y otros ceutíes más allí presentes comienzan a dirigirse hacia el embarque acompañando a la mujer para embarcar sí o sí, acompañados en todo momento por los agentes de la Guardia Civil.

Es una vez subidos en la pasarela que une los pasillos de la Estación Marítima con el barco salvando el dique y el mar cuando el capitán del buque da la orden de retirar la pasarle. Orden, que según Martín, se ejecuta sin titubear por parte de los operarios a pesar de que en el interior de la pasarela suspendida varios metros sobre el suelo se encontraban “diez o doce personas, yo mismo, la mujer con su familia, otros usuarios y los propios agentes de la Guardia Civil y sin tener tampoco la seguridad de que no se fuera a caer”.

Tras el susto y ver partir al barco, tuvieron que buscar hotel en Algeciras y se fueron a la Guardia Civil para interponer una denuncia colectiva que ya ha recaído en juzgado de Instrucción de Algeciras y que esperan obligue a la compañía a indemnizarlos, pero también sirva para sancionar a los empleados de la compañía.

Martín además ha interpuesto otra reclamación en Consumo, ya que en su caso, al igual que en el de otros, no se le dejó acceder al barco a pesar de tener la tarjeta de embarque en la mano y encontrarse a escasos metros de la puerta del buque.

“Esto lo que demuestra es que las compañías siguen imponiendo su Ley, interpretando las normas como les da la gana en cada momento y decidiendo ellas mismas lo que pueden y lo que no pueden hacer. Ha habido abuso de poder y exceso de celo. Las autoridades no hacen absolutamente nada ni lo harán y mientras las compañías navieras sabotean la posibilidad de que aquí vengan turistas y se desarrolle la economía. La única posibilidad que nos queda es denunciar, denunciar y denunciar. Y negarse a dar la documentación, negarnos a enseñar el DNI tres veces cuando los únicos que pueden solicitarlo son las fuerzas y cuerpos de seguridad, unirnos y rebelarnos contra esta situación”, se ha desahogado Martín.

Para más INRI, el escáner de seguridad de al Estación Marítima no estaba operativo a la hora en la que sucedió todo esto.