Sin ninguna duda, la cautela debe ser la nota predominante tras el anuncio efectuado por esta banda de criminales cincuenta años después de su fundación, tras haber asesinado brutalmente a 829 personas y heridas de diferente gravedad a miles y miles de hombres, mujeres y niños. Víctimas inocentes de la barbarie criminal de quienes, una vez más, han dado muestra fehaciente de su falta de arrepentimiento al elaborar un comunicado que tan solo homenajea a los miembros fallecidos o encarcelados por mandato judicial de entre sus propias filas.
No obstante, a pesar de esta ausencia total de arrepentimiento, es el momento de los demócratas convencidos, de quienes hemos sido capaces de contener nuestra indignación anteponiendo en todo momento el Estado de Derecho al sentimiento más primitivo, la venganza. Ahora, más que nunca, el convencimiento debe ser la nota predominante en un proceso felizmente iniciado, que deberá llevarnos sin remisión aunque, con las correspondientes precauciones, al cese definitivo de toda actividad armada. A partir de estos momentos, serenidad, paciencia, compromiso, lealtad y en todo momento, máximo respeto a un Estado de Derecho subordinado plenamente al orden jurídico establecido.