Delegación del Gobierno y Comandancia General presentaron ayer las nuevas ofertas de formación laboral de la Fundación Forja XXI en Ceuta, que desembarca en tierras caballas después de más de diez años trabajando en Andalucía y con una gran fama a sus espaldas. Sin embargo, después de la media hora de presentación ofrecida queda una sensación desasosegante, con muchos puntos oscuros que preocupan, cuando no huelen directamente mal. Porque tras algunas consultas y conversaciones, lo que queda claro es que 6 millones de euros para las dos rehabilitaciones parece una cantidad desmesurada.

Muchas circunstancias habrá que vigilar con celo durante los próximos meses. ¿Cómo se va a realizar el proceso de selección para un taller de empleo en el que los participantes cobrarán 1.000 euros mensuales, más que la mayoría de los licenciados que acceden hoy en día a su primer trabajo? ¿Cómo se van a gestionar esos enormes presupuestos para obras que según se dice en algunos casos ya incluso están prácticamente terminadas? ¿Quién va a asegura el correcto funcionamiento de estas dos actividades formativas?

Y todo esto sin contar los regalos a la Fundación, que disfrutará de instalaciones por el viejo método del gratis total, e incluso se quedará con 250 metros cuadrados del almacen de la Rampa de Abastos, cuando otras muchas instituciones que ofrecen formación en Ceuta desde hace años apenas han logrado que siquiera les den los buenos días. Mucho habrá que vigilar, porque si el pescado ya huele a podrido recién sacado del agua, cualquiera sabe con qué nos enfrentaremos dentro de año y medio.