- Aquellos a los que les guste el buen cine recordarán la escena de “El Padrino parte II” en la que Michael Corleone (Al Pacino) pregunta disgustado -y sospechando- a Hyman Roth (Lee Strasberg) quién ha dado la orden de matar a Pentangeli, el carismático personaje interpretado por Michael V.Gazzo.

Muy enfadado ante lo que considera una intromisión inapropiada, Roth le echa en cara a Michael que cuando su amigo Moe Greene fue asesinado, él (Roth) en ningún momento preguntó quién dio la orden, ya que consideraba que no era asunto de su incumbencia. Cuando entras a formar parte de ese mundo sabes que en cualquier momento una bala puede atravesar el cristal de tus gafas. Son cosas que pasan y lo sagrado es que, suceda lo que suceda, impere la ley del silencio.

Como el mismo Coppola reflejaba en su mítica trilogía, el mundo de la política, corrompido por los grandes intereses económicos de los poderosos, guarda más similitudes de las que creemos con el universo del hampa. David Fernández (CUP), chancleta en mano, se lo dijo en la cara a Rodrigo Rato y salta a la vista que casos como el de Bárcenas, los EREs, la Gürtel o la Comunidad Valenciana, aunque carentes de la elegancia estética del gran cine de gangsters, bien podían haber salido de la pluma de Mario Puzo, Nicholas Pileggi o David Chase. Pero el parecido no sólo se limita a los casos de robo, corrupción o pillaje. Parece que la casta política ha asumido su papel de tal modo que ya ni se molestan en disimular cuando conceden ruedas de prensa. Ya hasta hablan con la chulería y la prepotencia de la mafia. Sólo hace falta escuchar a ciertos Delegados de Gobierno y Directores de Cuerpos de Seguridad, aunque este artículo no va por ellos.

La escena de la que hablo al principio de este escrito viene a cuento de que fue lo primero que se me vino a la cabeza tras leer unas declaraciones del diputado Francisco Márquez en las que le pedía “lealtad” al PSOE a la hora de abordar el tema de las muertes de la frontera. Lealtad significaba apoyar incondicionalmente al Gobierno y dejar de presionar pidiendo aclaraciones. Márquez recordaba que el Partido Popular fue “leal” cuando en 2005 murieron inmigrantes en circunstancias nunca aclaradas. Y lo decía sacando pecho.Parece que al igual que Moe Greene, los muertos debían saber que la parca iba a venir a buscarles más pronto que tarde. Y preguntar quién dio la orden de disparar es de mal gusto. Debemos hacer caso a Hyman Roth. Al parecer, la muerte de 15 seres humanos no es asunto de nuestra incumbencia.