La manifestación del 8M, en imágenes-15
Concentración feminista del 8 de marzo de 2023 / Archivo
Plataforma Feminista

Somos más y más fuertes, organizadas desde hace mucho tiempo y hoy, 25N, día internacional para la eliminación de las violencias machistas, salimos a las calles para visibilizar esta lucha que nos afecta a todas y todos.

#SeAcabó, nuestra lucha es global, vamos a plantarles cara y decirles que tenemos fuerza para cambiarlo todo. Las violencias machistas no son anomalías del patriarcado, es el patriarcado en sí

Gritamos #SeAcabó porque los asesinatos machistas siguen aumentando. En lo que va de año. 52 mujeres han sido asesinadas.

Los escalofriantes datos estadísticos nos dicen que demasiadas mujeres mueren asesinadas en todo el Estado cada año, y con ellas familias destrozadas, hijas e hijos que han tenido que convivir con el maltratador o incluso sufrir esta violencia. Datos sobrecogedores que reclaman acción. La violencia machista sigue firmemente arraigada en esta sociedad machista, patriarcal y capitalista.

Pero no son sólo los asesinatos. Las violencias machistas se expresan de numerosas formas: los asesinatos y las violencias en el ámbito de la pareja o ex-pareja; la violencia vicaria; el acoso sexual o por razón de sexo en los ámbitos laborales, académicos y culturales y en otros espacios de relaciones sociales; la violencia económica e institucional; las agresiones sexuales; la violencia digital; la violencia obstétrica; la violencia climática y ecológica; y un largo etc. Todas ellas son expresión de un ataque a la libertad del cuerpo y de la vida de las mujeres y son estructurales del sistema heteropatriarcal, capitalista, racista y colonial.

Exigimos la aprobación de la Ley Orgánica para la Abolición del Sistema Prostitucional, elaborada por el movimiento de las organizaciones de mujeres y la erradicación de la pornografía una violencia sexual grabada y una escuela de misoginia. Hacemos un llamamiento urgente a las instituciones públicas para impedir el acceso de menores a contenidos de pornografía a través de Internet y redes sociales.
 
Las mujeres y personas de géneros disidentes continúan sufriendo discriminación, persecución y acoso en el ámbito laboral, en la calle, en las redes sociales y en todos los estratos.

Violencia machista también es una pensión de miseria después de toda una vida cuidando a la familia, o desempeñando trabajos de cuidados, que además continúan recayendo en nosotras. Doblemente precarias por ser mujeres.

Habitamos un mundo global donde la violencia y la represión a las mujeres es constante, por razones políticas, religiosas o por tradiciones patriarcales.

Denunciamos los crímenes de pederastia perpetrados durante años por las Iglesia Católica y otras confesiones religiosas con total impunidad con la opacidad, si no complicidad, de la jerarquía eclesiástica y el silencio de nuestro sistema judicial que no abrió ninguna investigación propia y solo cursó aquellas interpuestas individualmente.

 Y, ante todo esto, somos miles y miles en todo el mundo gritando #SeAcabó. Ante sus discursos y políticas, decimos #SeAcabó. Apelamos a toda la sociedad, porque  necesitamos transformar esta sociedad machista, racista, individualista, ecocida, para construir una sociedad libre de violencias, basada en la igualdad y en el respeto a la diversidad, que permita vivir vidas dignas. La nuestra es una lucha global.

Contra las ideologías racistas, contra las limpiezas étnicas, contra el colonialismo perpetuado por el Estado de Israel desde su primer año de existencia. Gritamos contra el silencio cómplice de la comunidad internacional y la impunidad que concede al genocidio. Contra la actual masacre en Gaza con más de 11.000 personas asesinadas, más de 4.500 son niñas y niños. Desde aquí las feministas gritamos que las vidas árabes importan. Que las vidas palestinas importan.

Asimismo, debemos seguir denunciando las situaciones de vulneraciones de derechos y violencias a las que se ven expuestas las mujeres y las niñas migrantes y refugiadas antes, durante y después de las rutas migratorias, cada vez más mortíferas y que cada año se saldan con las vida de miles de personas que se ven sometidas a violencias que adquieren múltiples formas, que se ejercen por una gran variedad de actores políticos y sociales, y que, en muchas ocasiones, dejan cicatrices físicas y psicológicas permanentes. Exigimos, por ello, políticas que garanticen vías legales y seguras para que ninguna persona tenga que poner su vida en peligro para migrar, recursos de acogida, inclusión y protección dignos, y un acompañamiento integral a todos los niveles. Porque migrar es un derecho y porque todas somos iguales.

Nos posicionamos firmemente contra los discursos de odio y negacionistas  de la violencia de género  por parte de los representantes políticos que están minando la convivencia democrática. Y también, invitamos a una parte de la ciudadanía que prefiere seguir en la ignorancia y negar esta violencia, a reflexionar sobre ello, y sobre todo a formarse, pues deben en entender que nuestras luchas son nuestras vidas. #SeAcabó.

También exigimos la fiscalización y transparencia de los fondos públicos. Más inversión para las entidades y organismos públicos, así como a las asociaciones que luchan cada día contra esta problemática social ya que son sus acciones las que nos encaminan a un futuro libre de machismo. 

Pedimos que deje de usarse la financiación pública como un motivo de descrédito hacia el colectivo feminista. También nos gustaría dirigirnos a los ciberacosadores que entre insultos nada agradables y acusaciones nos llaman vividoras y decirles: NO RECIBIMOS SUBVENCIÓN, NO RECIBIMOS SUBVENCIÓN, NO RECIBIMOS SUBVENCIÓN.

Construimos un amor sororo desde el que dar la vuelta a lo aprendido para poner nuestras vidas en el centro, con todas y para todas. Porque somos resistencia, somos autodefensa, somos jauría organizada. Porque cada vez somos más y somos más fuertes. Hemos conseguido mucho y vamos a conseguir más. Nuestro dolor por todos los asesinatos machistas nos empuja a seguir peleando   No nos resignaremos.

Se acabó.