Hace apenas unos días, surgió la polémica a cuenta del calendario escolar para el curso 2014-2015. Se recordará que el mismo calendario que había aprobado la Dirección Provincial del MECD, dado el visto bueno la Dirección General de Evaluación y Cooperación Territorial, y publicado y remitido a centros escolares y organizaciones sindicales, pasó a la historia. Hasta hoy, que no tenemos aún calendario.

Y todo a cuenta de la acumulación de días de libre disposición en navidades y de la semana blanca tras semana santa. Desde el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Enseñanza de Ceuta ya dijimos que este asunto era una cortina de humo para tapar el cuento de la lechera que quiere ocultar la lacerante insuficiencia de edificaciones escolares y, también, un nuevo recorte en la plantilla de profesorado.

Dicho y hecho por el ministerio. A la visita del señor ministro, con su rutilante discurso de la eficiencia (aquello del más por menos, neoliberalismo casposo), ha seguido -a modo de venganza- la publicación de unas instrucciones de inicio de curso que sitúan la problemática de la escuela pública ceutí en la supuestamente escasa dedicación de los y las profesionales a sus centros respectivos. Y el remedio a nuestros males no será el respeto de nuestros derechos, la contratación de más profesorado, los apoyos y los desdobles, la atención a la diversidad, etcétera.

La solución mágica de Wert es ampliar la permanencia en los institutos hasta 30 horas, tras subir la carga lectiva hasta las 22 horas.

Ahora lo excepcional será que se impartan 20 horas lectivas. A más de reducir los períodos de jefaturas de departamento o ciclos, imposibilitar las reducciones a los mayores de 55 o más años, etc. Porque esta nueva puñalada del ministerio no es un verso suelto. Forma parte de su programa de desmantelamiento de la escuela pública.

Un plan inspirado en las conferencias que diera el responsable a la banda FAES, ese organismo maléfico que financiamos con nuestros impuestos y que tiene por objeto acabar con los servicios públicos y el estado del bienestar. Con planteamientos antisociales y fracasados como los llevados a término por Margaret Thatcher o el fascista Augusto Pinochet. Con un poso ideológico reaccionario, agresivo, inspirado en 'Free to choose' (en España se tradujo, Libertad de elegir) de Milton y Rose Friedman. Concretamente en su capítulo 6, que lleva por título -y esto lo aclara en parte- “¿Qué falla en nuestras escuelas?”.

Este es el programa de demolición de la escuela pública, atacando los derechos de sus trabajadores, del alumnado y de las propias familias. Para algunos será motivo de contricción, llantos, pantomimas. Nosotros, en STE-Ceuta no nos vestiremos de saco ni nos cubriremos de cenizas: vamos a seguir denunciando a esta funesta política neoliberal y a sus actores.

No nos callarán: resistiremos. Explicaremos que estas medidas van, justamente, en sentido contrario a la mejora de la calidad que predican con su ley trágala: la LOMCE.