Parece que tanto PSOE como PP creen que la ciudadanía no se entera de nada, y a eso se unen algunos partidos nacionalistas y localistas. Hablan de racionalizar el Estado autonómico para eliminar duplicidades y gasto superfluo, y luego piden municipalizar servicios o llevan toda la legislatura votando en contra de las propuestas que en el Congreso ha defendido UPyD, o en contra del sentido que defiende nuestro partido a nivel nacional y en Ceuta.

Está claro que tanto los socialistas como los populares dependen de baronías territoriales, ataduras y complejos, y ahora hay que justificar todo eso porque se acercan las elecciones. UPyD sigue defendiendo desde su fundación la devolución de competencias al Estado por parte de las autonomías, una propuesta que ha contado con el rechazo de todo el arco parlamentario. Municipalizar empresas como la de autobuses en Ceuta, es nadar contra corriente y contra la ciudadanía. Decir que la barriada de El Príncipe puede ser un destino turístico, es una broma de mal gusto, como decir que "SOLO" nos hemos gastado un millón de euros en estatuas.

Son también bromas muy pesadas gastar el dinero público en algo que ya todo el mundo sabe, como encargar a una consultoría un informe para decirnos que es rentable una clínica con 24 camas destinada sobre todo a los partos, mientras que no tenemos ni una sola cama de crónicos donde nuestros enfermos terminales puedan acabar sus días con dignidad. Y eso es la obligación del gobierno de la Ciudad. Como también parece difícil de entender que haya que gastar decenas de millones para "NO HACER" una relación de puestos de trabajo en la ciudad autónoma, o insistir en la realización de informes de consultoría para averiguar otra cosa que también todo el mundo sabe, que hay varias empresas públicas que no son rentables, ni en términos económicos, ni en términos sociales, ni culturales, ni educativos. Solo son rentables para obtener los votos de determinados ciudadanos que se los prestan. Y todo eso en el contexto de más de 7.000 trabajadores y sus familias (más de un tercio de Ceuta) que dependen de los presupuestos de la Ciudad Autónoma.

Una ciudad campeona en endeudamiento por habitante con 2.646 euros por habitante, respecto a una media nacional de 958,5 euros. Esta ciudad en la que el alcalde mejor valorado de España gobierna sobre algunos de los indicadores peores de toda España: tasa de paro, tasa de pobreza, de analfabetismo, de fracaso escolar, de ruido, entre otras. Y en la que existen numerosos asesores de más que mejorable cualificación, así como un consejo de gobierno inflado para una ciudad de poco más de 80.000 habitantes con un número exagerado de consejerías, y sin el control de los funcionarios de la administración local de habilitación nacional, a los que cabe presuponer su independencia. No cesan de preguntarnos muchos de los que ni siquiera creen ni en los partidos que están o a los que votan, cuáles son nuestras propuestas o qué ideología tenemos.

No si cierta perpejlidad e incredulidad. Desde nuestro nacimiento hemos insistido en que somos una organización progresista, laica y transversal. En la que ante todo priman las ideas, no esa ideología mal entendida, camuflaje de los partidos políticos mayoritarios o de los supuestos progresistas, más bien "progres" de siempre. Acaso es socialista recortar el sueldo de trabajadores antes que reducir de verdad ministerios y múltiples cargos de Presidencia solo útiles para seguir intentando mantenerse en el poder. Acaso es conservador mantener empresas públicas que no son rentables en ningún sentido y solo sirven para mantener ficticiamente puestos de trabajo.

Ni es socialista, ni es conservador mantener planes de empleo de puestos ficticios, que ni consolidan empleos, ni reactivan la economía de Ceuta. Tampoco lo es gastarse 12.000 euros en una sesión de traducción simultánea. Con 12.000 euros muchas familias solucionarían su subsistencia doméstica durante un tiempo más que apreciable. Tampoco es socialista, ni conservador, ni liberal, ni siquiera patriótico querer mantener un estado de las autonomías para el que no tenemos suficientes recursos. Mantener 19 calendarios vacunales o 18 programas educativos no parece razonable en la situación de España. Hemos superado el récord del 10% del PIB en déficit, más de 107 mil millones de euros.

¡Señores, qué juerga se están pegando Vds. a costa de la ciudadanía! Y eso que todos reconocen que estamos inmersos en una importante crisis económica (al menos desde hace poco lo reconocen algunos). Lo que más cuesta reconocer por PP, PSOE y muchos nacionalistas es que estamos inmersos en una crisis institucional muy peligrosa. Se ha erosionado al Poder Judicial de manera muy grave.

Se ha constituido de hecho un estado a medias entre el regional, federal y hasta confederal en algunos territorios. Y lo que además tampoco quieren reconocer es que estamos ante una crisis ética, de valores, porque ni siquiera los propios afiliados y votantes de los partidos creen en sus propios líderes para solucionar los problemas de España y así lo afirman en las encuestas más recientes. Fomentando la separación entre los españoles, azuzando más en lo que nos separa que en lo que nos une. Ya no importa trabajar sobre la ley de libertad religiosa, ni sobre la de transparencia pública, casi mejor, no vaya a acabar como la del aborto.

No hay más que ver como la ministra de Asuntos Exteriores que además recientemente visitó Ceuta, coloca a 15 kilómetros nuestra distancia geográfica con Marruecos. Ya tampoco hay prisa en aprobar el PGOU, ni en la contratación de la recogida de residuos, ni en la RPT del ayuntamiento. ¿En quién de los que gobiernan podemos creer ya?