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Rezo colectivo con motivo de la Fiesta del Sacrificio de 2022 / Archivo

Asociación de Consumidores Halal de Ceuta

Eid al Adha también recibe otro nombre: Qurbani

Qurbani se deriva de la palabra árabe 'Qurb', que significa cercanía. Por lo tanto, el propósito de Qurbani es acercarse a Dios (Allah) en completa sumisión al Todopoderoso y a Su mandato.

Eid al Adha contiene “Qurbani”, es decir, intención de cercanía. Se trata de un momento íntimo de cada familia, de cada ser que ha decidido ofrecer a Allah ese momento que se traduce en sacrificio de un animal apto para tal ocasión.

Eid al Adha no es solo el acto de sacrificar, sino que también tiene el añadido de “ofrecer”, eso es el Qurbani, y como tal es una acción de enorme contenido, plena en sensibilidad y sentimientos. Una acción dirigida en exclusiva a Dios, a Allah.

Los musulmanes realizan el ritual de Qurbani para honrar el espíritu de obediencia y sacrificio del Profeta Ibrahim (AS). El acto de Qurbani no solo enseña paciencia (sabr), sino que también fomenta la unión de la comunidad musulmana y la necesidad de ayudarse unos a otros.

En el versículo 37 Allah define de esta manera el ritual del Qurbani,: “Su carne nunca llega a Allah, ni su sangre; en cambio, es tu taqwa (fe) la que Le llega y alcanza”. Existen muchas referencias en el Libro Sagrado sobre esta cuestión.

Teniendo esto presente, hay que alejarse de opiniones que intentan minimizar la festividad de Eid al Adha mediante informes y publicaciones que en el fondo buscan reducir su amplitud a cuestiones meramente de simple sacrificio.

Una organización perfecta para celebrar el Eid no estriba en que se haga en un sitio u otro; antes bien, una organización perfecta tiene que ver con la acción de ordenar el momento del sacrificio tendiendo presente que ese momento conlleva Qurbani, es decir, acercamiento a Dios, y para eso hay que crear ambiente, y qué mejor lugar para realizar un ritual Qurbani que el propio hogar.

Esos sacrificios mecanizados que nos ofrecen desde el Gobierno de la Ciudad, alimentados con publicaciones de periódicos afines y subvencionados, tienen como objetivo cercenar algo tan íntimo como es el ritual del Qurbani.

Reducir el sacrificio a un pedido de carne a recoger en día y hora no encaja con la idea que se tiene de esta festividad, es más, significa no entender nada. Advertir a los ciudadanos que los únicos espacios válidos donde sacrificar sus animales so pena de sanción en esos  mataderos móviles  es coartar su práctica religiosa.

 Privar del sacrificio doméstico desvirtúa la ofrenda que debe hacer cada familia dentro del ritual prescrito, pues no consiste en comer carne como un día cualquiera, sino participar en este acto de devoción que es imposible de realizar en el sacrificio en cadena que ofrecen en esos mataderos.

Si la  justificación de este costoso dispositivo es proporcionar un sacrificio “100% halal” habría que preguntar a la misma Consejería de Sanidad, Consumo y Gobernación que ha aprobado el decreto de normas para el sacrificio del Eid por qué se desentiende de la petición formulada por Acoha de crear un Registro de Importadores de Productos y Prestatarios de Servicios Halal que garantice la identificación de productos “halal”, mejore las condiciones de los consumidores musulmanes y preservar sus derechos, haciendo cumplir los requerimientos exigidos a la hora de publicitar ofertas alimentarias, muchas veces claramente deficientes en cuanto a su preparación, elaboración, transporte y almacenaje, entre otras cuestiones relativas a su manipulación y puesta a disposición de los consumidores.

Piensa bien antes de mecanizar tu Eid y tu Qurbani.