Estamos secuestrados. La ciudadanía se ve una vez más secuestrada por unos insensatos. Insensatos del control aéreo que además son privilegiados con sueldos astronómicos. Que tienen la salud al parecer muy deteriorada, pero que cuando se les aplica la militarización se empiezan a poner buenos.

La verdad es que el estado de alarma lo tenemos todos en el cuerpo desde que gobierna Zapatero. Un hecho más que deteriora España, un barco sin gobierno que en su deriva no sabemos qué más se llevará por delante. De momento nuestra confianza en el gobierno y en la oposición mayoritaria, inútil, ineficiente y falta de ideas creativas o esperanzadoras.

Secuestrados también por la ineficiencia gubernamental con Marruecos, que nos torea cuando y como quiere. Hoy te pido más dinero, mañana te convoco una manifestación porque Ceuta y Melilla, Chafarinas, y los Peñones son "suyos". Pasado mañana te convoco una marcha hasta la frontera de Ceuta, que luego se desconvoca. Luego que si los periodistas no son "objetivos", y no les dejo entrar en Marruecos o los expulso sin contemplaciones.

Digo yo que por su "orgullo nacional" no deberían aceptar nuestro dinero de cooperación internacional, bastante por cierto, y muy necesario para muchas personas en España. Luego pedirán Canarias, y más tarde pedirán Granada. Y mientras, partidos como el PRUNE se organizan impunemente para la "reunificación de España".

Eso también me alarma porque no parece que admitan la actual unidad nacional, unidad nacional que por otra parte tampoco admiten algunos nacionalistas catalanes, vascos, gallegos y canarios. Por eso, el estado de alarma que como dije lo tenemos en el cuerpo metido hace tiempo, ahora solo lo ha corroborado firmando el Rey desde la embajada española en Buenos Aires y el Presidente del Gobierno, con su militarización subsiguiente de los controladores aéreos.

¿Y yo me pregunto, porqué no declaramos el estado de alarma en el sector económico?, porque todas las alarmas saltaron hace tiempo. De momento me preparo el traje de campaña por si acaso, por lo que pueda venir.