José Antonio Carbonell Buzzian
José Antonio Carbonell Buzzian
José Antonio Carbonell Buzzian

A Israel no le ha servido de nada lo vivido, millones de europeos israelitas asesinados durante la Segunda Guerra Mundial, donde los nazis pretendían erradicarlos, fueron perseguidos y discriminados por cientos de años, a menudo por cuestiones religiosas, en muchas ocasiones vivían en zonas separadas. No es entendible que siendo un pueblo que sufrió tanto, se haya convertido en la espada de Damocles de los palestinos.

Esta humanidad, sobre todo las élites, salen continuamente en los medios de comunicación hablando sobre el Nuevo Orden Mundial, un orden que quieren imponernos, cuando en realidad este mismo tiene que ser el producto de un consentimiento, que no existe, encaminándonos hacia la infalibilidad de un poder y eso significa acabar con todos los demás; si un poder no está equilibrado y controlado, acabará imponiéndose de una manera feroz, porque no hay oposición que lo frene, ¿existe progreso alguno camino de la guerra?, la cuestión es que las economías que se encuentren en recensión siempre serán aficionadas a las guerras porque destruyen lo que hay, para luego volver a reconstruirlo.

Todos los países que producen armas, incluyendo el nuestro, no querrán nunca que las guerras se acaben, ya que siempre conviene mantener una zona de conflicto, una zona que, llegado el momento, se alce y provoque la necesidad de comprar armas, haciendo su agosto en un Oriente Medio tan proclive a todo este holocausto. La radicalización y persecución de Israel hacia el pueblo palestino hace que muchísimas personas, la mayoría niños, se encuentren viviendo en guetos pasando hambre, destruyendo una infancia que no tendrán por culpa del odio, de una guerra cuyo fin es la exterminación de personas inocentes.

Un genocidio que el pueblo de Israel impone al palestino, separando a las personas del resto del mundo, de sus familias y posesiones, están siendo asesinados. Esto recuerda amargamente a la Segunda Guerra Mundial, donde los campos de concentración estaban llenos de personas esperando la muerte sin saber el daño que habían hecho.

Le pregunto a la Unión Europea que dónde han quedado la coherencia y los valores de los líderes europeos, donde están esos guardianes del derecho internacional y humanitario. El conflicto de Gaza es el resultado del fracaso político y moral, de hecho, Palestina está pagando un alto precio. Dónde se encuentra la hoja de ruta que se supone que la UE tendría que haber trazado. Colonización ilegal de Cisjordania y la violencia sin parangón contra los palestinos, dónde están los famosos Acuerdos de Abraham, se presuponía que el conflicto entre Israel y Palestina podría evitarse.

Es más que obvio que la diplomacia en estos momentos a los líderes europeos, sobre todo a Francia e Inglaterra, no les interesa, es más interesante para ambos mandar tropas y que la carrera armamentística siga su curso, estamos en un punto sin retorno, con líderes mundiales que solo miran por sus intereses, los cuales son opuestos a la paz, resulta irónico que la destrucción de cualquier país sea mucho más rentable que convivir de un modo pacífico. En estos momentos lo único que nos queda es esperar a las elecciones generales de Estados Unidos y la Unión Europea, una vez celebradas sabremos si este holocausto mundial volverá a suceder de nuevo. Estamos en manos de un grupo de poderosos. Los dueños del mundo deciden si vivimos en tiempos de paz o shoah.