- Don José fue falangista, falangista de toda la vida. Pero no fue un falangista cualquiera.

Don José se apellida Utrera Molina. Estuvo al cargo de dos carteras ministeriales durante la dictadura. Ministro de la Vivienda en 1973. Ministro-Secretario General del Movimiento entre el 74 y el 75.

Don José ha escrito un breve artículo. Lo titula 'Cataluña en el alma'. En él evoca una imagen de su infancia. Retrocede hasta 1936, cuando el exministro “apenas contaba con la inexperiencia de los diez abriles”. Describe la imagen de su abuelo “vencido ante un aparato Telefunken que transmitía las noticias sobre la quiebra de la unidad de España abanderada por Luis Companys (sic.)”.

Narra el exministro que las lágrimas de su abuelo dejaron en él una huella profunda y definitiva. Afirma Don José que de ahí, de esa precisa imagen, es de donde brota “el sentido último de (su) patriotismo, siempre basado en la unidad de las tierras de España”.

Puede que ese constituya, a su vez, el momento decisivo en el que empezará a forjarse su “irrenunciable trayectoria vital de falangista” a la que el mismo Don José alude en esta lírica y lúgubre arenga vallisoletana:

Las imágenes se gravaron el 4 de marzo de 1973. Un año más tarde, el 2 de marzo 1974, a Don José no le tembló el pulso al firmar la sentencia de muerte de Salvador Puig Antich:

No sabemos si esa firma dejó en Don José algún tipo de huella profunda y/o definitiva. Algún tipo de surco en su alma de falangista. Hete aquí un tema para su próxima columna.