De ahí que los representantes de las asociaciones de vecinos, en su gran mayoría, no se crean nada de lo que les dicen desde el gobierno local, especialmente si sale de la boca de quien en estos momentos esta considerado como el máximo responsable en materia de barriadas, a quien podemos calificar como de verdadero experto en el arte de la promesa vacía, no quedándose tampoco a la zaga la consejera de gobernación, quien hasta no hace mucho aseguraba la inminente puesta en marcha de una policía específica para las barriadas, y al paso que van para cuando eso ocurra, los guardias que iban a ser destinados a la tarea, si no están jubilados poco o nada les faltará.

Desde luego que esto es un suma y sigue y muy a pesar nuestro, pues bien que nos gustaría que no existieran ninguna de estas deficiencias. Pero el caso es que existen y la mayor parte de ellas a consecuencias de la desidia o el mal hacer de los responsables en subsanarlas y si no echemos un rápido vistazo a la parcela destinada a sanidad, la cual tiene una especial obligación en prever y prevenir las posibles contingencias que en ese área se puedan presentar y no que solo hacen acto de presencia cuando el mal ya esta en ciernes y las plagas de cucarachas y ratas desbordan muchas de nuestras barriadas, eso si, interviniendo la mayoría de las veces en focos determinados al objeto de cubrir el expediente.

La lista es interminable y hacer mención a ella una necesidad, si lo que buscamos es poner a mas de uno las pilas y encontrar el adecuado remedio, así lo entendemos desde los Verdes. Otro de los asuntos que reclama de atención, es el tema de la calidad del agua, para este en concreto habría que hacer un apartado solo para hablar del tema de los aljibes, en especial para aquellos situados en las barriadas de la periferia, de hecho este tema lo puse sobre la mesa, cuando el pasado miércoles participé como ponente en unas jornadas programada a tal fin por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, y en la que parecía que para ACEMSA y Sanidad, este asunto en particular era considerado como tabú.

En cualquier caso, esto que aquí expongo es solo lo superfluo, lo que clama por su evidencia, pues la realidad es que para quienes ahora nos gobiernan las barriadas de la periferia casi no existen, acordándose solo de ellas en periodo electoral. De hecho es curioso que, teniendo tanta empresa municipalizada que podrían hacer un trabajo a fondo para que se visualizara y sanearan muchos de los problemas existentes, no se utilicen para estos menesteres, ahora bien, otra cosa es que interese hacer uso de estas y así no tener que licitar ninguna obra, pues aquí lo que interesa es el “meneo de los dineros” con el único propósito de tener contento a los de siempre.

El caso que de una forma u otra, aquí los problemas son muchos y graves y en los que se esta poniendo en juego la salud de nuestros conciudadanos, olores residuales, plagas o basuras son solo algunos de los ejemplos, pero detrás de tanta incompetencia se esconden muchos otros mas.

Toda esta desidia para con las barriadas, ha quedado perfectamente ejemplificada en las últimas elecciones vecinales, pues el presidente federativo saliente, tenía la convicción de haberlo dejado todo atado y bien atado y al parecer no ha sido así. Y no es que lo haya hecho mal, pero por lo que se ve su buena predisposición para apoyar con su presencia muchas de las ocurrencias que sobre barriadas ha tenido este gobierno, no ha contado con la reciprocidad esperada, si no todo lo contrario, al final han conseguido dejarlo en mal lugar y con especial inquina de aquel que se supone que de esto sabe mucho.