Los intercambios de acusaciones y opiniones entre Gobierno y sindicatos, hacen que realmente pasase olímpicamente del tema de la Reforma Laboral.

Mucho se lleva hablando en los últimos mese sobre el papel de las centrales sindicales, sin pertenecer a ninguna, pero siendo consciente de haberme beneficiado en más de una ocasión de lo acordado por las mismas, creo que ese discurso constante sobre los liberados sindicales se ha exagerado sobremanera, como en todos los sectores de la sociedad los habrá buenos y malos, trabajadores y vagos; pero si se decide hablar que se hable de todo, acaso ¿los asesores y puestos de confianza de los diferentes gobiernos no son ‘liberados políticos’? Considero que llevando el debate hacia el desprestigio de los sindicatos se intenta apartar la atención de lo realmente importante, la Reforma Laboral, y a fe que lo han conseguido y yo he sido víctima de esa estrategia.

Hasta hace un par de días me importaba un colín. A mis cincuentaimuchos, funcionario de carrera, poco o nada me puede afectar, pero tras recibir en mi email un díptico sobre un seminario destinado a explicar la Reforma Laboral se me pusieron los bellos de punta, y no pensando en mi, pensando en mis hijos.

Los enunciados del seminario son escalofriantes y no tienen desperdicio: -¿Despido más barato? Ahora sí que sí

 

-Reducción de salarios. Por fin será una posibilidad real

 

-Nuevo contrato para empresas de menos de 50 trabajadores

Indefinido, a tiempo completo… ¡y con un año de periodo de prueba!

-Se acabó el absentismo por faltas de asistencia

 

-Ha llegado la auténtica flexibilidad interna en la empresa

 

-Despidos objetivos por causas económicas, más fáciles de justificar

 

-Despidos colectivos para los que basta la decisión del empresario Visto sólo estos enunciados y el desarrollo de los mismos en el documento que ruego adjunten, entiendo que realmente no solo existe una campaña de descrédito a los sindicatos, más bien se prescinde de ellos, y egoístamente eran un instrumento que por lo menos se sabía que estaban ahí por si alguna vez alguien los necesita, con esta reforma todo hace indicar que la relación será directamente empresario-trabajador en un ‘juego’ desigual en el que no existirá ningún tipo de arbitro y que como las lentejas, ‘si quieres las comes y si nos las dejas’, será la actitud que se pondrá de moda en esa relación desigual.

Tras esto, me da igual el papel de los sindicatos, me da igual quien convoque o deje de convocar una huelga general, considero que no se trata de una ‘guerra’ entre Gobierno y sindicatos, se trata de un derecho a mostrar la disconformidad con una decisión, y yo la pienso mostrar el próximo 29 de marzo ejerciendo mi derecho a la huelga. Ruego que al que tenga alguna duda lea el díptico del seminario que se celebró el pasado 8 de marzo, y saque su propia conclusión observándolo fríamente y quitándonos las frases hechas que de un lado u otro nos han martilleado en los últimos meses.

LEA EL DOCUMENTO AL QUE HACE REFERENCIA EL AUTOR DE ESTE ESCRITO