Vivas ha tomado posesión por cuarta vez como presidente de Ceuta, una cuarta vez en la que ha tenido mayor presencia (si cabe) el GIL. Personas de esa formación política-empresarial fueron los que auparon a Vivas al poder hace once años, saltándose a cuatro miembros del Partido Popular.

El GIL actualmente tiene un peso específico enorme dentro del desestructurado y desnaturalizado Partido Popular, que como formación política no es ni la sombra de lo que fue. Se ha relegado al ostracismo a afiliados y militantes de décadas, de los años duros, y se ha dado paso a personas que han acudido al olor de la victoria. Son muchos los que lo comentan en petit comité, pero que la forma de ser y funcionar la sociedad de Ceuta les impide levantar la voz. Al fin y a la postre el PP y por tanto el Gobierno de Ceuta es un gigante con pies de barro, centrado exclusivamente en la figura de Vivas, figura que cuando no exista hará que todo caiga como una torre de naipes. En eso han convertido al PP, en un cúmulo de personas que salvo excepciones son personas alistadas provenientes de distintos lugares, GIL, CEU, PDSC, Independientes. Entre los 18 diputados actuales la única persona que ha estado desde los tiempos difíciles es Yolanda Bel, del resto nada de nada, vamos si hasta el propio Vivas no era de derechas antes de 1999.

 

La guerra interna entre el último resquicio popular histórico que representa Bel pese a su juventud, y de los arribistas representado por Francisco Márquez es público y notorio. El segundo intenta hacerse con el mando del poder y del partido, y la primera se niega a que se siga desnaturalizando un partido en el que prácticamente echó los dientes.

 

Personas de toda índole coinciden en que se trata sin duda alguna en el peor Gobierno de la era Vivas, ya coincidían en que era la peor lista de la historia del PP. Políticamente creo que se salvan Bel, Márquez, Martínez y Román. Si es triste, sólo una persona del PP y 3 del GIL. Pero de estos cuatro a los dos primeros les falta un poquito de cintura, al segundo bastante; saber encajar las críticas (van con el más que considerable sueldo) y un poco de humildad. El resto de personas que componen los 18 diputados, como dice un amigo mío, parece que estuvieran sacados de una solicitud genérica del INEM, de esas que suele hacer este Gobierno tan a menudo.